Durante una catástrofe, y sobre todo las naturales, lo más importante es cobijar rápidamente a aquellas familias que perdieron sus hogares. Bien lo sabemos en Chile, donde tras el terremoto de febrero de 2010, cerca de 500 mil viviendas resultaron destruidas.

Con ese objetivo en mente, la empresa LifeCube desarrolló un producto del mismo nombre: un cubo de fibra tan compacto y resistente como para ser lanzado desde un avión, que se convierte en el piso de un refugio temporal capaz de armarse en tan sólo 5 minutos.

Y eso no es todo. El LifeCube está diseñado para soportar las más duras inclemencias climáticas, con vientos de hasta 110 km/h, mientras en su interior tiene una cocina, baño químico, filtro para el agua, calefacción y un espacio de 13 metros cuadrados, suficiente para que duerman hasta 6 personas.

Por supuesto, el precio de semejante maravilla no es económico: 15.000 dólares cada una, o cerca de 7 millones de pesos. Sin embargo, considerando su resistencia, velocidad de implementación y los servicios que incorpora frente a una mediagua (cuyo costo por sí sola alcanza los 600 mil pesos y muchas veces se convierten en viviendas definitivas), quizá valga la pena evaluarlo.

Como ejemplo, la revista Discovery menciona que el gobierno de EEUU pagó 14.000 dólares -casi el mismo precio- para adquirir 500.000 remolques de emergencia donde cobijar a los damnificados tras el huracán Katrina en 2005.

http://youtu.be/wfShhdzExdU