El balance de víctimas por el accidente de trenes ocurrido el sábado en China, aumentó a 35 fallecidos y otras 210 personas resultaron heridas, informó este domingo un medio estatal, al tiempo que el gobierno chino reclamó una revisión “urgente” de la red ferroviaria del país.
El accidente se produjo cuando un tren de alta velocidad, que se encontraba inmovilizado en la ciudad de Wenzhou, en la provincia de Zhejiang, al este del país, debido a un corte eléctrico ocasionado por un rayo, fue violentamente impactado por otro convoy que le seguía.
Dos de los vagones del primer tren, que viajaba entre Hangzhou y Wenzhou, se precipitaron al vacío, causando al menos 35 muertos y 210 heridos, según el último balance hecho público por la agencia de noticias estatal China Nueva.
La agencia anunció este domingo que el gobierno ha encargado una “revisión urgente” del estado de la red ferroviaria del país.
El accidente tuvo lugar a las 20:50 locales, 8:50 horas en Chile según la agencia, que citaba a los bomberos locales.
Una foto divulgada por blogueros chinos mostraba un vagón en posición vertical entre la plataforma del viaducto y el suelo, situado unos 10 metros más abajo. El segundo vagón estaba completamente en el suelo y los socorristas intentaban entrar en él.
En otras imágenes se podía ver a los socorristas evacuando a víctimas de otro vagón gravemente dañado.
El accidente, que tuvo lugar menos de un mes después de la inauguración con gran pompa por el primer ministro Wen Jiabao del tren de alta velocidad entre Pekín y Shanghai (1.300 km, con una inversión de 33.000 millones de dólares), plantea una vez más, según la prensa china, la cuestión de la fiabilidad de los ferrocarriles de alta velocidad en China.
China está invirtiendo miles de millones de dólares en desarrollar la red de alta velocidad, que debe pasar de los 8.358 km actuales a más de 13.000 km en 2012 y a 16.000 km en 2020.
Las fuertes inversiones -de 700.000 millones de yuanes (más de 100.000 millones de dólares) el año pasado- han convertido el sector en un foco de corrupción.
La empresa estatal de auditoría dijo que las compañías constructoras y ciertos individuos desfalcaron el año pasado 187 millones de yuanes (29 millones de dólares) en el proyecto de línea entre Pekín y Shanghai.
Y el ministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun, destituido en febrero y objeto de una investigación, habría cobrado sobornos, según la prensa oficial, por más de 800 millones de yuanes (más de 120 millones de dólares).