Ocho insurgentes islamistas murieron este martes, alcanzados por misiles de un avión no tripulado estadounidense, en el noroeste de Pakistán, donde estos aparatos de la CIA atacan a Al Qaida y a los talibanes, indicaron a la AFP militares pakistaníes.

Este es el segundo ataque similar en menos de doce horas en las zonas tribales fronterizas con Afganistán. Otro aparato sin piloto mató al manos a 10 insurgentes la noche del lunes, según estos oficiales de alto rango que requirieron anonimato.

El ataque del martes se produjo en el distrito tribal de Waziristán del Sur, bastión de los talibanes pakistaníes integrados en Al Qaida.

“Al menos ocho insurgentes murieron alcanzados por dos misiles disparados por un avión no tripulado estadounidense contra un edificio de los rebeldes”, declaró a la AFP una de estas fuentes.

Uno de sus pares y un responsable de los servicios pakistaníes de información confirmaron el ataque y el balance.

La noche del lunes, un “drone” estadounidense lanzó cuatro misiles contra un conjunto de edificios en el vecino Waziristán del Norte, y causó al menos a diez insurgentes, según los militares.

Los balances de los combates o ataques de estos aparatos son imposibles de comprobar en esas zonas de acceso prohibido y en manos de rebeldes islamistas.

Las zonas tribales del noroeste son bastión de los talibanes pakistaníes, principal santuario mundial de Al Qaida y retaguardia de los talibanes afganos, sobre todo de la red Haqqani, bestia parda de las tropas estadounidenses en Afganistán.

Estos ataques de aviones no tripulados no han cesado desde que un comando norteamericano transportado clandestinamente en helicóptero mató a Osama bin Laden en el norte de Pakistán el pasado 2 de mayo, y se han intensificado desde junio.