Pese a ser una especie amenazada tras un siglo de intensa cacería y por la contaminación de su ecosistema, la ballena rorcual sigue dando emotivas muestras de amabilidad hacia los seres humanos.

Es el caso de este ejemplar, que durante una jornada de avistamientos en California, no dudó en juguetear haciendo un giro bajo la embarcación desde donde era avistada, para deleite de sus observadores.

http://youtu.be/vYCahlG6bdY