El fenómeno climático La Niña, responsable de lluvias torrenciales en Australia, Sudamérica y en el sur de Asia desde final de 2010, está acabando su recorrido, anunció la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el lunes, prediciendo una segunda parte de 2011 con más calma.

“El episodio La Niña, que ha dado lugar a condiciones de humedad extrema en ciertas regiones y de sequía en otras, llega a su fin”, explicó la OMM en un informe.

El fenómeno, que reapareció a mediados de julio de 2010, no debería repetirse en la segunda parte del presente año, según la organización basada en Ginebra, que tampoco prevé un regreso del fenómeno contrario, conocido como El Niño.

“Más allá de mediados de 2011, no hay por el momento indicaciones claras de un riesgo creciente de evolución hacia una anomalía El Niño o La Niña en el segundo semestre” del año, subrayó la OMM.

La Niña se caracteriza por aguas inhabitualmente frías en el centro y el este del océano Pacífico, mientras que El Niño destaca por sus temperaturas superiores a lo normal.

Estos dos fenómenos perturban los regímenes de circulación oceánica y atmosférica a gran escala y tienen importantes repercusiones en el clima de numerosas regiones del planeta. Una vez se instalan en una región, persisten durante nueve meses o más, según la OMM.

La Niña es “por sus aspectos atmosféricos (modificaciones de la presión a nivel del mar, vientos, nebulosidad, etc.) uno de los más intensos del siglo”, explicó la agencia.

Este fenómeno ha causado “lluvias extremadamente fuertes” en algunas regiones del norte y el este de Australia, Indonesia, sudeste asiático y norte de Sudamérica (como, por ejemplo, en Colombia).

También se le imputa “el déficit pluviométrico constatado en el este del África ecuatorial, en la parte central del sur y oeste de Asia y en el sureste de Sudamérica”, según la OMM.