Al menos 16 personas murieron y 72 resultaron heridas este domingo en una serie de atentados perpetrados en Bagdad y en los alrededores de la capital iraquí, según informaciones recabadas entre los servicios de seguridad.

En unas horas, 12 bombas caseras y tres coches bomba explotaron y se produjo un atentado suicida. Estos actos de violencia estaban dirigidos contra las fuerzas de seguridad, blancos habituales de los insurgentes cuando faltan siete meses para la retirada definitiva de las fuerzas estadounidenses.

El ataque más violento fue un doble atentado perpetrado hacia las 09H00 (06H00 GMT) en Taji, a 25 km al norte de Bagdad, en el que explotó un coche bomba seguido de un atentado suicida en el momento en que las fuerzas de seguridad y los servicios de socorro llegaban al lugar.

El doble atentado dejó 10 muertos, entre ellos seis policías, y 15 heridos, declararon responsables de los ministerios del Interior y de Defensa, que pidieron el anonimato.

Un comandante y un teniente figuran entre los muertos, según el responsable del Interior.

Otros atentados con bomba y coche bomba, que han dejado seis muertos y 55 heridos, se registraron en varios barrios de Bagdad.

La violencia en Irak no es comparable con el nivel que alcanzó en 2006 y 2007 cuando eran frecuentes los choques interconfesionales, pero sigue siendo diaria. En total, 211 iraquíes han perdido la vida en atentados en abril.

Esta violencia pone en juego la capacidad de las fuerzas iraquíes para asumir la seguridad una vez que las fuerzas estadounidenses se preparan para retirarse del país a finales de año, en aplicación de un acuerdo bilateral.

El jueves, tres atentados contra la policía dejaron 29 muertos y 90 heridos en Kirkuk, en los más mortíferos desde hace dos meses.