El presidente estadounidense Barack Obama provocó la irritación de Israel con su llamado en pro de un Estado de Palestina en las fronteras de 1967 pero al mismo tiempo frustró a los palestinos, que reclaman hechos, antes de recibir el viernes al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

El Cuarteto para Medio Oriente indicó este viernes que “apoya enérgicamente” las ideas expresadas por Obama. “Avanzar tomando como base el territorio y la seguridad” es un fundamento válido para un acuerdo de paz, afirma el grupo (UE, Rusia, ONU y EEUU) en un comunicado.

La Unión Europea “saludó efusivamente” este llamado, también aprobado por Noruega y Australia. Por su lado, la Liga Árabe instó a la administración estadounidense a pasar a los hechos “en las semanas y meses próximos para la creación de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967″.

Netanyahu excluyó cualquier “retirada a las líneas de 1967″, mientras que el presidente palestino Mahmud Abas convocaba a la dirección palestina “a una reunión de urgencia”.

El entorno de Netanyahu estima que “Washington no comprende la realidad”, según un alto responsable israelí de la comitiva del Primer ministro. “Washington no comprende lo que enfrentamos”, aclaró a la AFP este responsable que pidió mantener el anonimato.

El ministro de Transportes del partido Likud (derecha) de Netanyahu, Israel Katz, lamentó que Obama no haya acompañado su declaración con una concesión a los “cambios demográficos en el terreno”, en referencia a los bloques de implantación donde vive la mayoría de los 300.000 colonos de Cisjordania, que Israel cuenta anexar en caso de un acuerdo de paz.

El portavoz del presidente palestino Mahmud Abas, Nabil Abu Rudeina, calificó “la oposición de Netanyahu a un retorno a las fronteras de 1967 como un golpe a los esfuerzos de Obama, y como un rechazo a la paz en el Medio Oriente”.

El jefe de la oposición israelí, Tsipi Livni, dirigente del partido Kadima (centro) acusó a Netanyahu de hacer “pagar a Israel un precio demasiado elevado para salvar su coalición”, oponiéndose frontalmente a Washington, y le sugirió que “deje el poder”.

Los medios israelíes destacan la “confrontación” con Washington y la “conmoción” del gobierno, que fue tomado por sorpresa por la posición estadounidense.

“La visita de Netanyahu a Washington comienza mal. Será fríamente recibido por la Casa Blanca, pero por lo menos será aplaudido ante las dos cámaras del Congreso y por los delegados de la AIPAC”, el poderoso grupo de poder pro-israelí, destacó Yedio Aharonot.

Netanyahu debe hablar ante la AIPAC el 22 de mayo antes de tomar la palabra en el Congreso el 24.

Para el cotidiano Maariv, el Primer Ministro israelí “no tendrá más que impedir la reelección de Obama”, haciendo actuar sus apoyos en Estados Unidos.

En el campo palestino, la declaración de Obama “es un gesto positivo que los palestinos esperaban desde hace meses después del cese de las negociaciones directas con Israel”, se felicita el cotidiano Al Qods, que teme sin embargo un veto estadounidense a la demanda de reconocimiento de un Estado palestino en la ONU en septiembre.

Un analista palestino, Samir Awad, destaca que el presidente estadounidense omitió la cuestión de la colonización, que frena las conversaciones de paz. “Si Estados Unidos no ha conseguido que los israelíes cesen las actividades de colonización durante las negociaciones, ¿Cómo sería capaz de presionar a Israel para permitir a los palestinos que tengan un Estado”, declaró a la AFP.

En Jerusalén Este, el ambiente también era de escepticismo entre la población palestina.

“Ayer (el jueves) Israel desafió abiertamente a Obama autorizando nuevas viviendas en las colonias de Jerusalén”, destacó un contable, Safiya Saad, de 43 años. “Sólo nos dan palabras”.

“Estados Unidos no puede desafiar a Israel y si a Israel no le gusta la política de Obama, lo hará perder en las próximas elecciones” estadounidenses, estimó Michel Abú Alí, un florista de la Ciudad Antigua.