El presidente del Partido Progresista, PRO, Marco Enríquez-Ominami, saludó la decisión del Gobierno de aplicar veto presidencial a la llamada “ley antidíscolos”.

La medida es para el artículo que pone plazo de un año anterior a cualquier elección para que las colectividades políticas entreguen al Servicio Electoral el listado de sus afiliados.

Esto hubiese obligado al PRO a culminar su legalización como fuerza nacional a más tardar en octubre de este año.

Aunque manifestó su satisfacción por la medida del gobierno, Marco Enríquez Ominami dijo que esta normativa simplemente nunca debió aprobarse.

El diputado demócrata cristiano, Pablo Lorenzini, también celebró el veto presidencial a la ley antidíscolos, pero coincidió con el presidente del PRO en que esta normativa es innecesaria.

Lorenzini dijo que, por lo tanto, aunque rescatable, el veto presidencial es sólo parcial.