Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos pidieron este viernes la renuncia de Muamar Gadafi, cuya caída se ha convertido en el objetivo de la OTAN, pocas horas después de que el dirigente libio apareciera en las calles de Trípoli.

En una tribuna común publicada en cuatro diarios, el presidente estadounidense, Barack Obama, el francés Nicolas Sarkozy y el primer ministro británico David Cameron juzgaron “imposible imaginar que Libia tenga un futuro con Gadafi”.

“No se trata de echar a Gadafi a la fuerza (…) Pero es impensable imaginar que alguien que ha querido masacrar a su pueblo tenga un papel en el futuro gobierno libio”, escribieron los mandatarios.

Para acelerar la partida del líder libio, los tres dirigentes consideran que “la OTAN y los socios de la coalición deben continuar sus operaciones para que se mantenga la protección de los civiles y aumente la presión sobre el régimen”.

En una entrevista con un canal de televisión francés, el ministro galo de Defensa, Gérard Longuet, admitió que con esta toma de posición la coalición está “ciertamente” saliendo de la resolución 1973 de la ONU sobre Libia.

Rusia consideró de nuevo este viernes, por boca de su ministro de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov, que la OTAN se está saliendo del mandato de la ONU, que autorizó la intervención en Libia para proteger a los civiles.

En una reunión en Berlín con sus homólogos de la OTAN, Lavrov estimó “urgente” pasar a una “vía política y proceder a una solución política y diplomática” del conflicto.

El jueves, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), reunida en Berlín hasta este viernes, repitió su llamado a que Gadafi deje el poder, formulado por el Grupo de Contacto para Libia a cargo del aspecto político de la intervención internacional.

Los ministros de Exteriores de la Alianza Atlántica adoptaron una declaración en tres puntos, que deberán ser cumplidos antes de que se hable de un alto el fuego.

El primero es el cese de todos los ataques contra civiles. El segundo es el regreso de los militares libios a las guarniciones y su retiro de las ciudades en donde están desplegados o que están sitiando, como Ajdabiya, Brega y Misrata. Finalmente, la ayuda humanitaria debe poder ser distribuida con seguridad a todos aquellos que la necesitan.

La única reacción de Gadafi, mientras tanto, fue desfilar el jueves por la tarde por las calles de Trípoli. Ataviado con un sombrero y gafas negras, en un todoterreno descapotable que circulaba despacio, el coronel saludó a la gente levantando los puños, según imágenes difundidas en la televisión.

La televisión libia afirmó que la salida de Gadafi se produjo “bajo los ataques aéreos de los agresores colonialistas cruzados”. Según periodistas de la AFP, varios aviones sobrevolaron el jueves Trípoli, donde se escucharon fuertes explosiones, seguidas de disparos de defensa antiaérea.

Sobre el terreno, un convoy de vehículos rebeldes se dirigió este viernes por la mañana al oeste de Ajdabiya, en la parte oriental de Libia, para verificar si las fuerzas de Gadafi se habían replegado.

Un reportero de la AFP, que fue parado en un retén de los rebeldes, escuchó a los insurgentes disparar cohetes, sin respuesta aparente de los pro Gadafi. Los aviones de la OTAN sobrevolaban la zona, y a lo lejos se escuchaban explosiones, sin que se supiera si se trataba de bombardeos.

En el oeste del país, la OTAN atacó en la madrugada del viernes los tanques de las fuerzas leales al régimen en la zona de Zenten, donde continúan los enfrentamientos entre los pro Gadafi y los rebeldes, quienes controlan varias localidades en la región. Un testigo declaró que los aviones seguían sobrevolando la zona este viernes.

En el plano humanitario, la OTAN y la Unión Europea estrecharon este viernes su coordinación de cara a una operación humanitaria preparada por los europeos en Misrata (oeste). Se prevé una reunión “en las semanas próximas”, aunque no se ha fijado fecha.

El jueves, un barco fletado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ancló en esta ciudad asediada desde hace casi dos meses por los leales a Gadafi para entregar 400 toneladas de ayuda humanitaria y médica, según constató un fotógrafo de la AFP. Este viernes anunció que había evacuado a Bengasi (este), el feudo de la rebelión libia, a unos 1.200 inmigrantes bloqueados en el puerto.

Frente a la isla italiana de Lampedusa, 221 personas fueron salvadas este viernes por la mañana. “Se encontraban a bordo de una embarcación de 15 metros, que partió hace cuatro días de Misrata”, informaron guardacostas italianos.