La Federación Anarquista Informal (FAI), que reivindicó los atentados cometidos el jueves en Roma contra las embajadas de Suiza y Chile, suele actuar durante las fiestas de Navidad.

El 21 de diciembre del 2003, dos bombas estallaron en Bolonia (norte de Italia), en dos contenedores de basura que se encontraban a menos de 100 metros de la residencia de Romano Prodi, entonces presidente de la Comisión Europea.

Seis días después, de nuevo en Bolonia, Prodi recibió un paquete incendiario dirigido a la esposa, el cual echó fuego en sus manos sin herirlo.

Se trataba de la primera aparición del grupo anarquista, con conexiones internacionales.

Según la policía italiana, con los golpes contra las embajadas de Chile y Suiza pretendían vengar a militantes de su movimiento en esos países.

Suiza se convirtió en blanco debido al arresto de varios anarquistas recientemente, mientras que Chile fue atacada por la muerte en Santiago de Chile del joven anarquista Mauricio Morales en el 2009, quien falleció tras estallar un artefacto que cargaba en su morral.

En enero del 2004, tres paquetes bomba fueron enviados a dirigentes del Parlamento Europeo, entre ellos al presidente del Partido Popular Europeo, Hans-Gert Pöttering.

Durante los meses y años sucesivos, FAI siguió organizando golpes demostrativos, sin víctimas, contra representantes de las fuerzas del orden.

En marzo del 2004, dos bombas llegaron a la comisaría de Génova, mientras en abril varios paquetes bomba fueron enviados a la policía penitenciaria.

En diciembre del mismo año varias bombas fueron dirigidas a la sede del sindicato de policía y a la asociación de carabineros de Roma.

En marzo del 2005, FAI organizó tres ataques contra cuarteles de los carabineros y en mayo contra un centro de detención de inmigrantes y la prefectura de policía. En octubre golpeó la policía científica.

En el 2006 envió dos bombas a la escuela de carabineros de Fossano.

Después de dos años de silencio, justamente en diciembre del 2009, FAI resurgió con un atentado contra la universidad de Milán y contra un centro de detención de inmigrantes del norte de la península.

En marzo del 2010 reapareció con un paquete bomba que estalló en un centro de distribución del correo de Milán.

Aprovechando las fiestas navideñas resurgió en diciembre de este año con atentados contra las embajadas de Suiza y Chile, que causaron dos heridos.

Según la policía, FAI está formado por “unas pocas decenas de personas”, no cuenta con un líder y la sigla es empleada como “una marca”, según el diario La Repubblica.

En siete años de existencia ha realizado unos treinta golpes en “siete campañas revolucionarias”.