El gobierno peruano recibiría ayuda militar de Estados Unidos para combatir al grupo armado Sendero Luminoso, que resurgió en 2009 con más de un centenar de ataques con apoyo del narcotráfico, según cables de la embajada estadounidense en Lima filtrados por el sitio Wikileaks.

El pedido figura en un informe remitido al departamento de Estado por el entonces embajador en Lima, Michael McKinley, quien abogó a finales del 2009 por mayor apoyo militar para sofocar el resurgimiento de Sendero Luminoso.

Según los cables, divulgados el domingo por la edición electrónica del diario español El País, McKinley solicitó a Washington más colaboración con el ejército peruano y un programa contra las minas detonadas por Sendero Luminoso en las rutas transitadas por el ejército.

Las minas se han convertido en una trampa mortal en las rutas de los valles del Huallaga (noreste) y del Apurímac (sureste), donde está implantada la guerilla. Por ello la cúpula del Ejército pidió a la embajada un programa de tecnología militar contra esos explosivos, según los cables.

“La prioridad del Gobierno es liquidar a Sendero en el Apurímac y para ello firmó un contrato de nueve millones de dólares con un especialista israelí”, afirma otro cable que alude a una compra de armas.

El narcotráfico y el terrorismo pueden frenar el progreso peruano, dicen los informes, que dan cuenta de que Sendero Luminoso consiguió una “impresionante serie de éxitos en poco más de un año”.

Durante 2009 la alianza entre la guerrilla y el narcotráfico realizó más de cien ataques, derribó un helicóptero y mató a 50 soldados y 25 policías.

La mayor ayuda militar permitiría a Perú impedir la creación de una zona liberada en áreas apartadas de la selva y las sierras.

Los documentos filtrados por Wikileaks revelan además que la embajada de Estados Unidos en Lima colabora con los servicios de inteligencia peruanos en pos de “una solución a un verdadero problema en el campo de batalla”, según el diario español.

Sendero Luminoso surgió en 1980 y tuvo su época de mayor actividad hasta el año 2000, en que sus principales líderes cayeron prisioneros o murieron en combate. El conflicto dejó más de 69.000 muertos.