Imagen | El Informador

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Como un estado de “alerta” calificó el alcalde de Santa María, Claudio Zurita, la situación que viven las autoridades de la comuna y los moradores del sector de Jahuel ante la agresión minera en terrenos protegidos de esa localidad.

Todo habría comenzado la semana pasada cuando el presidente de la comunidad de Campo instó a una reunión con el Gobernador de San Felipe, Rodolfo Silva, a raíz de la las operaciones de la Mina Farellones, que se sitúa sobre Jahuel en el cordón de montañas que separa a las comunas de San Esteban y Santa María y de la mina Aguas Claras, inserta en el cajón del Zaino en una zona de singular belleza natural. La primera de gran envergadura y la segunda de supuesto pirquineo.

Las cosas fueron cambiando cuando vecinos de Jahuel notaron la llegada de maquinaria pesada a la mina Aguas Claras, y estalló el conflicto cuando el presidente de Campo, Andrés Silva, y el tesorero, Bernardo Ibaceta, detectaron maquinarias de la mina haciendo un camino por el lecho del estero.

Esta acción fue inmediatamente detenida por ambos dirigentes, sin embargo, las maquinarias pesadas y camiones de gran tonelaje siguieron hacia el interior del cajón con claras intenciones de llegar hasta la Mina Aguas Claras. Fue entonces que a raíz de llamadas telefónicas del presidente de Campo, el grupo cultural Killapaxi procedió a tomarse el camino de acceso y detener el avance de las maquinas hacia la mina.

Hasta el lugar llegó Eduardo León, Consejero Regional y miembro de la Comisión de Medio Ambiente, además de Julio Riquelme y Juan Guaracán, ambos funcionarios municipales, quienes subieron hasta el lugar de explotación y constataron que, peligrosamente, la extracción a gran escala se llevaba a cabo a escasos metros de las tomas de vertientes del agua potable de la localidad.

A raíz de esta constatación, el Alcalde citó a los encargados de la mina a una reunión de emergencia donde además asistió Max Navas, Jefe de Gabinete y representante del Gobernador de San Felipe, junto a su equipo jurídico y el equipo jurídico de la municipalidad, además de los distintos actores involucrados, entre ellos; Bernardo Echeverría Ruiz Tagle, vicepresidente de Inversiones Santa Mónica S.A., y dueños de Minera Paula Ltda.

Durante la reunión quedó demostrado que la minera extraía material sin tener todos los permisos vigentes y, por lo tanto, su explotación fue detenida inmediatamente. El alcalde visitó en terreno la situación y se mostró indignado por la gran devastación producida en este verdadero santuario natural.

“Creo que fue muy importante lo que hicimos hoy día, municipio, gobernación, consejeros regionales, Killapaxi, y la comunidad ya que nuevamente una minera quiere explotar nuestros cerros sin respetar las normas básicas. Nos están contaminando el agua, el medio ambiente y en la reunión que hicimos nos dimos cuenta que al parecer existe documentación que no están al día. Por lo cual, estamos en alerta y mientras no entreguen la documentación como corresponde, estará suspendida la faena.”, señaló Zurita.

Por su parte el consejero regional, Eduardo León, dijo estar muy satisfecho con la actitud de la comunidad: “La gente está totalmente conciente del valor que tienen los recursos hídricos y esto no da a lugar a una minera trabajando en ese lugar por lo tanto fue un éxito de la comunidad organizada de detener esta verdadera agresión.”, finalizó.