Teatro del Lago

Teatro del Lago

Fue extensa la jornada con que se inauguró, ayer sábado 6 de noviembre, el Teatro del Lago en Frutillar, Región de los Lagos.

Concebida en dos partes, una dedicada a los discursos oficiales y otra, centrada en destacadas presentaciones artísticas, la ceremonia inaugural –que se inició a las 11 de la mañana- se extendió por más de cuatro horas ante un público entusiasta que repletó las 1.200 butacas del flamante recinto.

El Teatro del Lago es la única obra Bicentenaria construida íntegramente con recursos privados y su magnífica sala impresiona por la belleza del diseño, el uso de maderas nobles y la perfecta acústica. En su concepción se aprecia un cuidado extremo en los detalles arquitectónicos y de comodidad para el público, y no es improbable que éste sea el mejor y más moderno escenario de América Latina para interpretar música sinfónico-coral, jazz y ópera.

Teatro del Lago

Teatro del Lago

La parte musical de la ceremonia de inauguración comenzó con la interpretación de la Orquesta Sinfónica de Chile, con el energético director polaco Michal Nesterowicz en la batuta de la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Dvorak. A lo largo de sus cuatro movimientos, Nesterowicz realizó una lectura intensa y vibrante la esta célebre obra, y la Sinfónica respondió con impecable precisión, matices finos y un brío que culminaron con la primera ovación en la historia del Teatro. Sin duda, la Orquesta Sinfónica es uno de los tesoros artísticos de Chile, y hacía falta un escenario donde el talento y oficio de sus músicos pudiera lucir al nivel que se merecen.

Luego estuvo en el escenario la soprano Verónica Villarroel, quien, en la sección dedicada a la ópera, cantó dos exigentes arias de “Tannhauser”, de Wagner, y “Rusalka”, de Dvorak. A continuación hizo su entrada el quinteto de jazz del cubano Paquito d’Rivera, que acompañó a Villarroel en tres pasajes de la ópera de George Gershwin “Porgy and Bess”.

La soprano chilena desplegó aquí sus notables recursos vocales, hasta entregar un “Summertime” sensacional, en clave musical de jazz y con canto lírico, que emocionó al público y se levantó como uno de los grandes momentos del concierto.

Luego, ya en el escenario solos con la Orquesta Sinfónica, Paquito y su clarinete y saxo, junto a sus cuatro virtuosos acompañantes (batería, piano, trompeta y bajo) demostraron un manejo artístico deslumbrante. Con alegría, extrema pericia y una capacidad inagotable para sorprender con nuevas improvisaciones, ellos cinco músicos mantuvieron a la concurrencia pegada a sus asientos hasta casi las tres y media de la tarde.

Fue un final de antología, con la gente cantando y aplaudiendo al ritmo de un artista extraordinario, que cerró el primer concierto de este Teatro del Lago, destinado a abrir una nueva etapa en la cultura nacional.

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