Fuerzas de socorro tratan este viernes de rescatar, entre una armazón calcinada y la espesa vegetación, los cuerpos de los 68 ocupantes -28 de ellos extranjeros- del avión de la aerolínea cubana Aerocaribbean que se estrelló el jueves en el centro de Cuba.

Imagen de Diario Escambray

Imagen de Diario Escambray

La aeronave, que cubría la ruta entre la ciudad de Santiago de Cuba (este) y La Habana, cayó la tarde del jueves en la región de Guasimal, provincia de Sancti Spíritus, 400 km al este de la capital, con 61 pasajeros y siete tripulantes, de ellos 40 cubanos y 28 extranjeros.

La prensa cubana divulgó los nombres de los víctimas y precisó las nacionalidades de los extranjeros: nueve argentinos, siete mexicanos, un venezolano, tres holandeses, dos alemanes, dos austríacos, un francés, un español, un italiano y un japonés.

La cancillería argentina informó que en realidad un pasajero registrado como italiano por la compañía aérea tenía doble nacionalidad italiana y argentina.

La aeronave, un ATR-72-212 construida por la sociedad franco-italiana Avions de Transports Régional, despegó de Santiago de Cuba a las 16H45 locales (21H45 GMT) y a las 17H42 (22H42) reportó la emergencia y perdió contacto con los servicios de control de tráfico aéreo antes de estrellarse, según el Instituto de Aeronáutica Civil.

“El avión pasó por arriba de Guasimal, nosotros lo vimos cuando ya venía con problemas, ya venía bajito. Ahí se formó un alarde del carajo, la gente gritaba, figúrate, iba dando vueltas y entonces sentimos ¡bumm!, el janazo (estruendo)”, dijo el campesino Miguel García, de 69 años, a la AFP cerca del lugar del siniestro.

El avión, propulsado por dos motores turbohélice para viajes regionales y trayectos de corta duración, cayó en un campo de espesos matorrales. Camiones con maquinaria debieron abrir una vía para el acceso de los socorristas, policías y equipos de medicina legal, tras lo que las autoridades cercaron el sitio.

Los cadáveres serán trasladados a Meicina Legal en La Habana, dijo la televisión local. La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, ordenó enviar un avión para repatriar los restos de las víctimas argentinas, en tanto que en Guasimal se encuentra personal de la embajada de México.

Mirelda Borroto, de 44 años, logró acercarse al lugar con un grupo de vecinos. “No llegamos hasta el avión porque la gente sintió miedo, yo sentía como a alguien gritando, se sentía el vapor y había mucho humo. Se veía que aquello se iba a caer al piso en cualquier momento, estuvo feo, parecía una película, estaba ardiendo”, contó a la AFP.

“Las autoridades aeronáuticas y del territorio se encuentran precisando los detalles del hecho y se creó una comisión para la investigación de tan lamentable accidente”, anunció Aeronáutica Civil.

El informe no precisó las condiciones del clima que prevalecían en la zona en el momento del accidente, aunque pobladores dijeron que la región no es afectada por las lluvias que ya empezaron a caer en el este por la aproximación del huracán Tomas.

Ante el avance del ciclón, que dejó 14 muertos en la isla Santa Lucía y tres en Haití, la Defensa Civil declaró alarma en las provincias de Guantánamo y Holguín (este) y alerta en Santiago de Cuba, y dispuso medidas de vigilancia en Granma y Las Tunas.

La aerolínea Cubana de Aviación -a la que pertenece Aerocaribbean- canceló todos los vuelos a Santiago de Cuba y Guantánamo ante la aproximación del huracán.

El avión accidentado cubría normalmente un tramo entre Santiago de Cuba y Puerto Príncipe, ida y vuelta para luego viajar a La Habana, pero debido al peligro del huracán esa ruta fue cancelada, explicó a la AFP una empleada de una agencia de turismo.

El accidente aéreo más grave de las últimas tres décadas fue en septiembre de 1989, cuando un Il-62 cayó en La Habana poco después de despegar, muriendo sus 115 ocupantes (113 turistas italianos y dos cubanos). Los restos del avión cayeron sobre viviendas y mataron a otras 40 personas.