El cuadro de Van Gogh robado el sábado en un museo de El Cairo, cuyo sistema de alarma no funcionaba, no ha sido encontrado aún, pero “las fuerzas del orden están en estado de alerta en las fronteras y los aeropuertos”, dijo el lunes a la AFP el ministro de Cultura Faruk Hosni.
“La búsqueda continúa, todavía no hemos encontrado el cuadro”, “Amapolas”, estimado en más de 50 millones de dólares, declaró Hosni. “Las fuerzas del orden están en alerta en las fronteras y los aeropuertos”, añadió.
En una entrevista publicada por el diario gubernamental Al Ahram, Hosni afirmó estar seguro de que esta tela de Vincent Van Gogh, “Amapolas”, de 63 cm X 57 cm, no podrá ser vendido.
“El ladrón no podrá vender el cuadro”, aseguró, señalando que Interpol fue informada del caso a través del ministerio del Interior.
Según una fuente judicial, la policía detuvo al jefe del Departamento de Bellas Artes en el ministerio de Cultura, Mohsen Shaalan, a tres guardias de seguridad del museo y a otro responsable, todos los cuales fueron inculpados de negligencia.
Faruk Hosni había anunciado equivocadamente pocas horas después del robo que esta tela había sido encontrada, antes de retractarse y echarle la culpa a Shaalan.
“Yo no imaginaba que fuera posible robar un cuadro del museo Mahmud Jalil. Si se hubiera sabido que el sistema de alarma no funcionaba, se hubiera cerrado el museo”, afirmó Hosni.
Según Al Ahram, ese sistema estaba descompuesto desde diciembre de 2006.
El domingo, el procurador general Abdel Meguid Mahmud se expresó en términos muy duros sobre los responsables del museo, calificando al dispositivo de seguridad de “fachada”, y manifestó su asombro de que la seguridad fuera tan débil, a pesar de la pequeña dimensión del edificio, que según él hubiera debido facilitar la vigilancia.
Hosni declaró que había pedido al jefe de las antigüedades egipcias, Zahi Hawass, que se pusiera en contacto con la seguridad nacional para examinar los sistemas de alarma en todos los museos de Egipto.
La tela fue hurtada en el museo Mahmud Jali, que tiene una de las colecciones de arte europeo de los siglos XIX y XX más importantes de Medio Oriente.
Este cuadro, que ya había sido robado en 1977 y recuperado en 1978, estaba expuesto junto a obras de Monet, Renoir y Degas.