Los expertos del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU (CERD) pusieron a Francia en la picota el miércoles y el jueves por la “falta de voluntad política” de París ante el “recrudecimiento” de los actos racistas en el país de los derechos humanos.

Francia

Photosparis.fr

Los expertos examinaron con lupa la política francesa hacia las minorías en el marco del examen periódico de los países que ratificaron la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial de 1965.

El debate, que habitualmente es muy técnico, tomó un tono político luego de las estrepitosas declaraciones de estas últimas semanas del presidente francés, Nicolas Sarkozy.

El jefe de Estado reclamó que los asesinos de policías o los polígamos de origen extranjero se vean privados de la nacionalidad francesa, y lanzó la evacuación de campamentos ilegales de gitanos.

En ese contexto difícil, la delegación francesa presentó un informe en el que enumeró las medidas tomadas desde su último examen ante el CERD en 2005, y anunció un muy esperado plan nacional de lucha contra el racismo.

Pero este anuncio, saludado por los 18 expertos del comité, no permitió suavizar las virulentas críticas, en particular sobre las declaraciones del presidente, que representan, según un experto, “una incitación al odio”.

Francia se enfrenta a “un recrudecimiento notable del racismo y de la xenofobia”, lanzó el experto togolés Kokou Ewomsan durante un intenso debate de más de dos horas que empezó el miércoles.

El número de gitanos (“Rom”) en Francia se eleva a unas 400.000 personas, francesas en el 95% de los casos, aunque son de origen rumano o búlgaro, y son poblaciones que en un principio vivían de manera nómada pero se sedentarizaron cada vez más.

En julio, el Gobierno francés se comprometió a desmantelar en el plazo de tres meses la mitad de los campamentos ilegales de gitanos.

“¿Cómo se puede entender que los gitanos (..) puedan ser extraditados como si no pertenecieran a la Unión Europea?”, preguntó el experto argelino Nurredin Amir. “No sabía que en un mismo país, se podía hacer la diferencia entre un ciudadano de primera y de segunda categoría”, añadió.

“No entiendo qué es un francés de origen extranjero”, y “me pregunto si es compatible con la Constitución”, se preguntó el experto turco, Gun Kut, refiriéndose a la propuesta de Sarkozy de retirar la nacionalidad francesa a algunos delincuentes de origen extranjero.

El relator estadounidense Pierre-Richard Prosper remató: “Lo que hace falta en Francia, es una verdadera voluntad política”, dijo.

Sorprendida por la virulencia de estas críticas, la delegación francesa defendió este jueves con uñas y dientes la posición del gobierno y rechazó los problemas de legalidad de las medidas contra los gitanos.

Las ONG se congratularon por las preocupaciones de los expertos internacionales acerca de las “derivas recientes del presidente francés”.

Francia, donde se observa “un clima general de endurecimiento de la xenofobia”, “fue puesta en la picota” como nunca, consideró Malik Salemkour, de la Liga de los Derechos Humanos.

El CERD concluirá su sesión con una serie de recomendaciones a Francia que entregará el 27 de agosto.