Al menos 96 personas murieron y 2.000 están desaparecidas a raíz de los deslizamientos de tierra en el noroeste de China, según un balance actualizado anunciado el domingo por la agencia oficial China Nueva.

El primer ministro Wen Jiabao partió de Pekín el domingo hacia la provincia siniestrada de Gansu, anunció asimismo la agencia.

Los deslizamientos de tierra tuvieron lugar el sábado por la noche, en esa provincia de población mayoritariamente tibetana, tras las fuertes precipitaciones, precisó China Nueva, citando a Mao Shengwu, responsable de la administración local. Habría unos 50.000 damnificados, precisó.

Un total de 20.000 personas fueron evacuadas, según la televisión estatal.

Las fuertes lluvias provocaron deslizamientos de lodo, casas y todo tipo de escombros hasta un río, cuyas aguas se salieron de su cauce, según las autoridades locales.

Las autoridades desplegaron unos 3.000 soldados y un centenar de miembros de los servicios médicos para que participen en las operaciones de búsqueda y rescate, indicó por su parte la televisión estatal.

En total, 20.000 personas del distrito afectado, el de Zhuqu, fueron evacuadas, según la televisión.

“El agua del río Bailong inundó luego la orilla y muchas personas quedaron atrapadas”, declaró a la agencia Diemujiangteng un responsable local.

“En este momento el lodo es el principal obstáculo para las operaciones de rescate”, señaló, añadiendo que es muy difícil llegar caminando o en coche a muchos puntos. En algunas carreteras el lodo alcanzaba un metro de altura, según China Nueva.

Las imágenes de la televisión estatal mostraban a los habitantes caminando sobre calles cubiertas de lodo, coches parcialmente sepultados en el fango y a los soldados despejando con palas el lugar en busca de sobrevivientes.

El nivel de agua comenzaba a bajar en el valle después de que las autoridades destruyeran con explosivos la barrera de escombros que había bloqueado el flujo del río, señalaron las agencias de noticias.

La electricidad estaba cortada en la mayor parte de esta zona, la última del país en registrar lluvias torrenciales.

Desde que comenzó el año, las fuertes lluvias dejaron en toda China más de 2.100 muertos o desaparecidos y provocaron la evacuación de 12 millones de personas.

Las lluvias, que han golpeado sobre todo las regiones en el sur y el centro, y luego en el noreste, han provocado las peores inundaciones en diez años en el país.

En el noreste de China, pueblos enteros se encontraban bajo el agua y el nivel de los ríos en la zona cerca de la frontera con Corea del Norte había llegado a un punto crítico. Los servicios meteorológicos anunciaban fuertes lluvias el domingo en esa zona del país.

Los daños materiales son considerables: unas 1,4 millones de viviendas habrían sido destruidas y los daños se estiman en 275.000 millones de yuanes, es decir más de 30.000 millones de euros.