La OTAN reconoció este jueves haber matado hasta 12 civiles en operaciones militares en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.

Durante una operación conjunta del ejército afgano y la OTAN, destinada a detener a un jefe talibán, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) indicó que sus tropas recibieron disparos, y que en los combates posteriores a ese ataque murieron civiles.

“De las informaciones recibidas de funcionarios provinciales y locales de Nangarhar se desprende que entre cuatro y doce civiles, o incluso más, han muerto”, dijo el portavoz de la ISAF, el contralmirante Greg Smith, en un comunicado enviado por e-mail.

“Las fuerzas de la coalición lamentan profundamente que nuestra operación conjunta haya provocado pérdidas civiles, y transmitimos nuestras más sinceras condolencias a las familias”, añadió Greg Smith, que dijo que se efectuaría una investigación con el gobierno afgano.

Con anterioridad, el presidente afgano, Hamid Karzai, había ordenado una investigación sobre la muerte de al menos 12 civiles, después de que un gobernador de distrito indicó que 26 personas en total murieron en incidentes separados en la región.

“Fuerzas de la coalición llevaron a cabo una operación en la noche (del miércoles). En la localidad de Nokrkhail, dispararon desde el aire contra un vehículo y mataron a 12 civiles”, dijo Mohammad Hassan, gobernador del distrito de Khogyani, en la provincia de Nangarhar.

“En otra localidad, Hashimkhail, el operativo fue contra varias casas y murieron 14 personas. Por el momento no sabemos cuántos de ellos eran civiles o talibanes. Pero hay algunos civiles” entre las víctimas, señaló Hassan.

El miércoles, el comandante de las fuerzas internacionales en Afganistán, el general David Petraeus, había anunciado nuevas directivas para evitar pérdidas civiles.

Esas “directivas tácticas”, en vigor desde el 1 de agosto, aclaran y precisan las condiciones en que se puede recurrir a la fuerza.