Con el miedo instalado de manera permanente en sus vidas cada vez que llueve de manera intensa en la zona deben lidiar los vecinos del sector la Suerte en la provincia del Bío-Bío, uno de los más golpeados por las inundaciones de hace cuatro años.

Este sector rural estaba habituado a las crecidas del río Bío-Bío, pero el 11 de julio de 2006 el cauce fluvial alcanzó un nivel nunca antes visto, que causó cuatro muertos y cuantiosos daños materiales.

Víctor Sandoval, de 66 años, pasó ese día trágico en el entretecho de la casa con su esposa, de la misma edad.

El hombre relató que el mayor daño lo nota en su esposa, que vive con el miedo permanente cada vez que llueve.

A Olga Ortega nunca antes se le inundó la casa pero ese día el agua la obligó a buscar refugio en el entretecho.

A juicio de la mujer, aunque han pasado cuatro años, el miedo está latente y aún no se supera.

Víctor Sandoval y Olga Ortega estuvieron en el pequeño acto ecuménico realizado en el acceso al sector La Suerte, justo en el lugar donde se instaló una cruz de seis metros para recordar a los fallecidos por las inundaciones de hace cuatro años.

El acto tuvo la presencia de autoridades comunales y provinciales, además de una veintena de vecinos que depositaron ofrendas florales y recordaron aquella fatídica jornada.