Una de las sensaciones más desagradables que puede experimentar un ser humano son los celos, esa mezcla de ira y miedo ante la amenaza real o implícita de que nos arrebaten a nuestra media naranja. En forma moderada, según algunos, son una muestra de amor, pero cuando se desbordan generan conflictos que enturbian y desgastan las relaciones de pareja.
Por eso, si no deseas tirar por la borda lo que has construido, más vale que aprendas a controlarlos, porque la excesiva inseguridad no te permitirá ser feliz con quien amas y lo terminará alejando paulatinamente de tu lado.
Así que déjate de achaques y sigue estos 7 prácticos consejos (vía Bien Simple):
1. Fuera pensamientos destructivos: Cambia tu switch, piensa en lo que te da confianza y seguridad en ti mismo.
2. Diferencia la realidad de tu imaginación: Es importante que siempre te guíes por hechos concretos y no por lo que piensas o imaginas. Puede que no exista un conflicto real.
3. Evita interrogatorios: Si vas estar con alguien es porque confías en él o ella. No lo agobies preguntándole repetidamente dónde, cuando, cómo y con quién estuvo. Apenas sientas ese impulso, busca otra cosa qué hacer.
4. Conversa con tu pareja de los problemas cuando estés calmado: Esa es la única forma de ser sensato y expresarte bien. Si lo haces en medio de un ataque de celos puedes terminar metiendo las patas y saliendo perjudicado.
5. No saques en cara el pasado: Habla de lo que pasa en la actualidad y no justifiques tu actuar con hechos anteriores, que ya fueron discutidos.
6. Habla con un amigo: Si ya la situación se volvió incontrolable, cuéntale lo que te pasa a alguien cercano. Un familiar, un amigo o incluso un especialista es una buena opción.
7. No te culpes a ti mismo: Siempre recuerda lo mucho que vales y que debes hacer algo por controlar esa situación que te hace daño. Es la única forma de recobrar la calma y ser feliz.