Un militante de Greenpeace resultó herido de gravedad este viernes en la pierna por un arpón, durante un violento altercado con pescadores franceses de atún rojo en operación contra un atunero francés cerca de Malta, anunció la ONG.

Imagen: fis.com

Imagen: fis.com

Frank Huston, un británico, fue evacuado a un hospital de Malta. “Su vida no corre peligro, pero está herido de gravedad”, declaró a la AFP Isabelle Philippe, responsable de la comunicación de Greenpeace.

“Por la tarde, realizamos la primera operación no violenta de interposición en la pesca del atún rojo. Los activistas de Greenpeace quisieron bajar la red de un atunero francés llamado ‘Jean-Marie Christian 6′”, declaró.

“En ese momento los pescadores atacaron de forma salvaje a uno de los militantes, lo hirieron con un arpón que le atravesó la pierna. El militante lo arrastró varios metros antes de lograr liberarse arrancando el arpón de la pierna”, añadió.

Greenpeace afirma en un comunicado que durante la “agresión”, varios barcos de 30 metros “embistieron a las lanchas fuera borda de la asociación y las abordaron con cuchillos fijados en la punta de lanzas”.

“Los pescadores dispararon militantes con ayuda de cohetes de bengala contra los militantes y contra el helicóptero de Greenpeace que sobrevolaba la escena”, precisó la ONG.

El armador de los tres pesqueros franceses implicados, Jean-Marie Avallone acusó a los militantes de Greenpeace de estar armados con “cuchillos y bloques de cemento”. La organización ecologista lo desmintió y explicó que llevaban sacos de arena para bajar las redes y dejar escapar a los atunes.

Bertrand Wendling, director general de Sathoan, organización que defiende los intereses de varios atuneros franceses, recalcó que “la pesca del atún rojo es una actividad muy regulada, totalmente legal y autorizada”.

Para Wendling, “es inadmisible que se impida a la gente de la mar y que sólo tienen 15 días para vivir”.

Según Greenpeace, la pesca a gran escala ha reducido un 80% las reservas de atún rojo en el Mediterráneo y en el Atlántico oriental, por lo que pide la suspensión provisional hasta que se reconstituyan las reservas.