El actual escenario debiera presentar un leve cambio tras las proyecciones de crecimiento del Imacec, que indicaban un alza de 0,1 puntos porcentuales establecido en la encuesta de expectativas económicas. Además de la consideración realizada por el consejo del Banco Central, de iniciar el proceso de normalización de la política monetaria.
Frente a esto, se reiteró la continuación de las políticas con flexibilidad para que la inflación proyectada se ubique en un 3%.
La mantención de la tasa de interés se correlaciona con las recomendaciones publicadas en la encuesta de expectativas, la que además proyectó un crecimiento de la tasa de un 2,5% en los próximos seis meses.
Para el economista de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, la tasa debería haber sido ajusta 0,25%, ya que para el segundo semestre se espera una fuerte alza para las perspectivas de crecimiento económico.
“Las perspectivas anunciadas por el plan de reconstrucción más las proyecciones de todo el mundo, hace pensar que un segundo será bien fuerte el crecimiento económico. Por consiguiente, creo que más temprano que tarde debería subir la tasa”, mencionó.
La visión es compartida por el economista de la Universidad San Sebastián, Erik Haindl, quien señaló que la tasa debería transitar entre los niveles de inflación que proyectó el Banco Central, correspondiente a 3,5%.
Rafael Garay, economista de la Universidad Central, dice que la mantención de la política monetaria de la tasa de interés es correcta, ya que “no existen presiones inflacionarias a corto plazo”. Además agregó que es importante que no poner costos extra, por ejemplo, en la reconstrucción.
Según señaló el ente emisor, el índice de precios al consumidor, que había registrado un alza de 0,5% el mes anterior, tuvo un aumento menor de lo previsto por el mercado. Además indicó que las expectativas provocadas por la relación a plazos más largos son congruentes con el escenario base del informe de política monetaria.
Por otra parte, aseguró que la información disponible de actividad sugiere que los efectos del terremoto son mayores a los previstos, que los indicadores de demanda muestran un dinamismo superior al registrado en marzo, que las condiciones crediticias se han normalizado y que el desempleo ha disminuido.