Equipos de emergencia prendieron fuego al gigantesco derrame de petróleo en el Golfo de México, dado que su expansión y los fuertos vientos anunciados amenazan con llevarlo a tocar la costa de Luisiana, hábitat de numerosas especies.

“Lo encendieron con una pequeña boya que se desplaza sobre el crudo y lo inflama. Se prendió fuego satisfactoriamente”, dijo el oficial de guardacostas Cory Mendenhall, sobre el operativo por el derrame originado con el hundimiento de una plataforma petrolera frente a la costa estadounidense el jueves pasado.

El primer fuego fue encendido a media tarde y todos los focos deberán ser apagados antes de la caída de la noche, explicó.

La drástica decisión de encender un fuego en el mar es vista como una intervención necesaria debido a que la gigantesca mancha de petróleo ha avanzado a una distancia de casi 40 km de los pantanos de Luisiana, importante hábitat de aves acuáticas y otras especies.

Las autoridades alertaron además que unos 5.000 barriles de petróleo se derraman cada día en el Golfo de México, cinco veces más lo que que se había previamente estimado.

“Descubrieron una nueva filtración”, señaló el guardacostas Erik Swanson a la AFP. Esa filtración equivaldría a un derrame de “5.000 barriles diarios”.

Una flota de lanchas desplegada por el servicio de Guardacostas y la firma británica de energía BP se dedicó a barrer las concentraciones más densas de crudo hacia una barrera flotante de 150 metros de largo resistente al fuego.

“El plan consiste en fuegos restringidos y controlados de varios miles de galones de petróleo que deberían durar cerca de una hora cada uno”, explicaron las autoridades y la empresa en un comunicado.

En ese contexto, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) advirtió que “fuertes vientes del sureste” anunciados a partir del jueves de noche podrían hacer que el derrame toque la costa de Luisiana, donde los bañados albergan una gran biodiversidad, en particular de aves acuáticas.

“Estos vientos empujarán la capa flotante de petróleo hacia el delta, con posibilidades de tocar la costa hacia el viernes de noche”, agregó la agencia.

Luisiana ha pedido ayuda de emergencia para proteger a su costa del gigantesco derrame.

El gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, evocó la catástrofe del huracán Katrina, que devastó ese estado sureño en agosto de 2005.

“Como he dicho muchas veces, debemos esperar lo mejor y prepararnos para lo peor”, dijo Jindal tras sobrevolar la zona del derrame.

Los estados sureños de Florida, Alabama y Mississippi se preparan ante la posibilidad de que las playas y áreas pesqueras, cruciales para la economía regional, se vean afectadas desde este fin de semana por el lodo aceitoso derivado del gigantesco derrame.

“Estamos haciendo todo lo que podemos para proteger el sustento de nuestros ciudadanos que se ganan la vida con la industria pesquera y la fauna y flora que embellecen nuestras áreas costeras”, dijo Jindal.

El incendio de la mancha de petróleo para proteger la costa podría tener sus propios problemas ambientales, despidiendo enormes nubes de humo negro tóxico hacia el cielo y dejando residuos aceitosos en el mar.

El martes fallaron los intentos de sellar dos filtraciones en un oleoducto que conectaba la plataforma petrolera a la fuente de origen, a pesar de una operación de cuatro submarinos robotizados a 1.500 metros de profundidad.

La plataforma Deepwater Horizon, que usufructúa BP, se hundió el jueves pasado 240 km al sudeste de Nueva Orleans, dos días después de una explosión que dejó 11 trabajadores muertos.