a Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) instó este miércoles en Roma a la comunidad internacional a incrementar la vigilancia ante los brotes de fiebre aftosa en Japón y Corea del Sur.

“Estamos preocupados porque las rigurosas medidas de bioseguridad puestas en marcha en esos dos países han sido desbordadas”, afirmó Juan Lubroth, Jefe del Servicio Veterinario de la FAO.

“En los últimos 9 años, los casos en los países oficialmente libres de fiebre aftosa, como eran Japón y Corea del Sur, han sido extremadamente raros, por lo que los tres brotes de estos cuatro meses constituyen un motivo importante de preocupación”, señaló.

La FAO teme que se registre una epidemia transcontinental de fiebre aftosa como la ocurrida entre 2000-2001 y que afectó Sudáfrica, Reino Unido y Europa tras incursiones precedentes en Japón y Corea del Sur.

El brote de fiebre aftosa del 2001 provocó sólo en Reino Unido pérdidas por 8.000 millones de libras (más de 12.000 millones de dólares) en la agricultura, ganadería, comercio y turismo.

Para impedir la propagación de la enfermedad, se sacrificaron además más de seis millones de ovejas y vacas inglesas.

En Japón, las autoridades veterinarias han confirmado a principios de este mes un brote de tipo “O” del virus de la fiebre aftosa, el más común actualmente en Asia, en donde la fiebre aftosa es endémica.

Corea del Sur ha sido afectada por uno más raro de tipo “A” en enero y otro de tipo “O” en abril.

Hasta la fecha Japón ha tenido que sacrificar a 385 animales -búfalos, vacas y cerdos- en su respuesta inicial al brote, y la república de Corea ha eliminado a más de 3 500 animales -en su mayoría cerdos- en respuesta a los brotes.

Entre las medidas que los expertos proponen figura la de fortalecer la “bioseguridad”, con nuevos análisis de las posibles rutas de entrada y medidas para intensificar el control de la enfermedad y controles más rigurosos en puertos y aeropuertos.

La fiebre aftosa es una enfermedad muy contagiosa de animales ungulados, incluyendo vacas, ovejas, cabras y cerdos. Provoca fiebre alta y lesiones características en la boca y las patas de los animales. No afecta a los humanos.