Ninguna fuga submarina se detectó desde la plataforma petrolera que tormentó el jueves cerca de las costas estadounidenses en el Golfo de México tras una potente explosión, informó este viernes un responsable de los guardacostas, disipando los temores de polución.

“No hay hasta este momento filtraciones de crudo desde la cabeza del pozo o del oleoducto adjacente”, dijo a CNN la contralmirante Mary Landry.

“Si hubiera la menor fuga, estaríamos listos para actuar”, precisó la responsable, asegurando que las autoridades están preparadas para operar ante “el peor escenario”.

Antes de la explosión, la plataforma “Deep Water Horizon” contenía 2,6 millones de litros de petróleo y extraía 8.000 barriles diarios de crudo por día, o sea unos 90.000 litros. Estaba situada a unos 70 km. de la costa de Nueva Orleans, y una marea negra podría amenazar al frágil ecosistema de esa zona.

Ciento veintiseis personas se encontraban a bordo de la plataforma en el momento de la explosión, el martes a las 22.O0, de la cuales 115 pudieron alcanzar la costa. Once funcionarios se encuentran aún desaparecidos.

La plataforma estaba ubicada exactamente a 84 km al sureste de Venice, en la costa de Luisiana. Medía 121 metros de largo por 78 metros de ancho, y tenía capacidad para albergar a 130 personas a bordo mientras se encontraba en operaciones.

El vicepresidente de Transocean -la contratista que opera la instalación- Adrian Rose, reconoció que probablemente “hidrocarburos bajo presión -gas o crudo- llegaron hasta el tubo extractor, subieron por él, se expandieron y estallaron”.

Sin embargo, la causa del accidente se encuentra bajo investigación.