El ex candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami, visitó la Región del Bío-Bío junto a su equipo para cumplir una nutrida agenda con trabajadores sindicalizados de Talcahuano. Entre diversos temas, se abordó la privatización de Asmar, la ley de pesca y el problema medioambiental que afecta a la zona post terremoto.

ME-O en Santa Clara

Imagen: Prensa Chile Cambió

Este mediodía, Enríquez-Ominami, junto a su asesor comunicacional Cristián Warner, realizó una extensa reunión con la Agrupación de Sindicatos por la Reconstrucción de Talcahuano, durante la cual se expusieron una serie de problemas derivados del pasado terremoto y posterior maremoto que afectaron la zona.

Uno de los temas expuestos por los sindicatos fue la posible y futura desvinculación de más de 1.000 trabajadores a plazo fijo de la estatal Asmar, industria dedicada a la fabricación y reparación de buques de la Armada, quienes serían despedidos a fines de junio.

Además, criticaron la postura del gobierno que ha señalado el interés por privatizar la industria lo cual, a juicio de los trabajadores, sería fatal para asegurar el trabajo a la gente de Talcahuano. Por su parte, los sindicatos pesqueros denunciaron presiones al gobierno de parte de los industriales del área para que se prorrogue la ley de pesca actual por otros 20 años, con el fin de invertir en las zonas afectadas.

Los sindicatos de trabajadores calculan, que por efecto de la prorrogación de la ley, perderían un 25% de la mano de obra que hoy está trabajando en el área, por lo que proponen se revise la legislación pero con una plataforma social incorporada a la ley de pesca.

“Lo que me han planteado los distintos sindicatos (pesca, metalmecánicos, Asmar, contratistas, entre otros) es que aquí el tema no es sólo la creación de empleo. Aquí la propuesta del Ejecutivo es insuficiente aunque bien intencionada. Lo que se requiere es cautelar el empleo, transformar la necesidad en empleo y lo que proponen los sindicatos de Asmar, por ejemplo, es razonable, es revisar cómo se produce el reajuste post terremoto de una empresa que es estratégica no solamente en Chile sino también en América del Sur” enfatizó Enríquez-Ominami.

El líder progresista aprovechó la ocasión para recorrer la población Santa Clara, que se vio seriamente afectada por el maremoto dejando cientos de familias damnificadas y con una situación precaria de cara al invierno.

En el lugar, la Agrupación de Ambientalista de Talcahueño denunció a las empresas del sector que llevan años depositando material pesado como plomo y mercurio, entre otros en el canal Ifarel el cual a consecuencia del maremoto se desbordó sobre la población.

Esto, habría provocado que una cantidad importante de estos residuos tóxicos quedarán en la población. Este sedimento además, estaría actualmente convirtiéndose en material particulado fino y se estaría desplazando hacia las ciudades de Concepción, Talcahuano y Hualpén.

“La reconstrucción avanza pero demasiado lento, en nuestro trabajo vemos como a días de que comiencen las lluvias cientos de familias viven en carpas, es urgente acelerar la acción pública, para eso se requieren más recursos, una reforma tributaria moderna, pro crecimiento y que recaude más a la vez es imperativa, lo de Santa Clara en Talcahuano es la evidencia empírica de esa necesidad”.

Enríquez-Ominami se comprometió a entregar información al gobierno a través del comité de reconstrucción “Chile de Pie” con el fin de poner en el tapate la real situación de Talcahuano que, a juicio de los trabajadores, es la verdadera zona cero.