El Ballet de Santiago inició su temporada 2010, con la presentación de la famosa obra ‘Giselle’ en cuatro funciones en el Teatro Teletón, que remplazó al Teatro Municipal, el cual estará sometido a reparaciones por los daños causados por el terremoto, durante todo el primer semestre.

No obstante lo anterior y pese a los problemas técnicos y limitaciones del escenario al que se recurrió, la agrupación de la Corporación Municipal de Santiago ofreció una versión impecable, a ratos muy lúcida y con sobresalientes actuaciones de los solistas principales, el Primer Bailarín Estrella, Luis Ortigoza y la primera bailarina Natalia Berríos, quienes brindaron lo mejor de su capacidad al méximo en lo técnico y lo sutil.

El nuevo montaje, a cargo del matrimonio que integran los coreógrafos Iván Nagy y Marilyn Burr, fue absolutamente bien logrado, hermoso y eficiente y la atmósfera de drama del primer acto y de magia irrealidad del segundo, fueron disfrutados plenamente por los asistentes.

Las inspiradas interpretaciones de los bailarines principales, brindaron pasajes excepcional. Solos o en suaves y finos ‘pas de deux’, ambos protagonistas lograron expresar lo mejor de su arte y en general, el reparto fue parejo en calidad técnica interpretativa, construyeron una función inolvidable, protagonizada por un equilibrado reparto con calidad técnica e interpretativa.