El joven afgano Najibullah Zazi admitió el lunes ante un juez federal haber sido reclutado por la red Al Qaida y planeado un ataque suicida con bombas en el metro de Nueva Yortk en setiembre de 2009.

“Quería sacrificarme para llamar la atención acerca de lo que Estados Unidos está haciendo contra los civiles en Afganistán”, dijo Zazi, de 25 años, al comparecer ante una corte federal de Brooklyn.

El inmigrante afgano se declaró culpable de tres cargos: conspiración para usar armas de destrucción masiva, conspiración en el extranjero para cometer homicidio y proveer material de apoyo a Al Qaida, la red extremista de Osama bin Laden.

Pasible de cadena perpetua, Zazi se había inicialmente declarado inocente, pero decidió admitir los cargos tras un acuerdo con los fiscales que lo inculparon, lo cual implica que aceptó colaborar con la investigación.

Tras declararse “culpable” de los tres cargos que le leyó el juez Raymond Dearie, Zazi relató cómo en 2008 había viajado a Pakistán para enlistarse con los talibanes y combatir contra los soldados de Estados Unidos en Afganistán.

Pero en vez de sumarse a filas talibanes, resultó reclutado por Al Qaida, la red fundamentalista que reivindicó los atentados del 11 de setiembre de 2001 que causaron unos 3.000 muertos en Estados Unidos.

Zazi, que había vivido en Nueva York, regresó a Estados Unidos en enero de 2009 y se mudó a Denver (Colorado, oeste) donde trabajó como chofer de ómnibus en el aeropuerto y comenzó a planear los atentados.

Con las instrucciones en mano que había recibido de Al Qaida durante su entrenamiento, Zazi compró las sustancias químicas, también utilizadas para cosméticos, y viajó en auto hasta Nueva York a principios de setiembre pasado.

La idea era realizar “operaciones mortales contra el metro de Nueva York” alrededor del aniversario del 11 de setiembre detonando “bombas”, explicó Zazi, que luego, tras una pregunta del juez, aclaró que el plan era colocar varias.

Sin embargo, al percatarse de que estaba siendo investigado, decidió deshacerse del material para fabricar los explosivos y regresar a Denver, pero fue detenido por la policía el 20 de setiembre.

Los fiscales habían acusado a Zazi de conspirar para utilizar “una o más armas de destrucción masiva, especialmente bombas explosivas y otros artefactos explosivos, contra personas o propiedades en Estados Unidos”.

“Zazi estaba decidido a detonar un artefacto explosivo hasta la fecha de su arresto, como quedó demostrado entre otras cosas por viajar al extranjero para recibir instrucciones sobre la fabricación de bombas y llevar a cabo investigaciones exhaustivas en internet sobre componentes de artefactos explosivos”, aseguró la Fiscalía. El afgano admitió el lunes todos esos cargos.

Según el fiscal general estadounidense, Eric Holder, el plan “es una de las amenazas terroristas más serias que hubo contra nuestro país desde el 11 de setiembre de 2001″.

Además de Zazi, las autoridades detuvieron e inculparon a su padre y su tío por encubrimiento, y a dos amigos que viajaron con él a Pakistán. El juez Dearie informó que pronunciará la sentencia el 25 de junio.