La venta de las entradas para el Mundial de fútbol de Sudáfrica entró hoy en su cuarta fase, en la que 400.000 plazas, para 53 partidos, serán atribuidas por orden de llegada de las peticiones, indicaron los organizadores.

Hasta el 7 de abril, las demandas presentadas en línea o en el mostrador de algunos bancos locales serán satisfechas a medida que lleguen, “lo que significa que si alguien no se da prisa corre el riesgo de quedarse sin entradas”, afirmó el responsable de la boletería para la FIFA, Horst Schmidt.

En las fases precedentes, las demandas que llegaban de los aficionados a título individual eran sorteadas.

Para esta cuarta fase, a cuatro meses de la competición (11 de junio-11 de julio), ya no es posible obtener entradas para la mayor parte de los encuentros en las grandes ciudades como Johannesburgo, Ciudad del Cabo o Durban.

Las entradas todavía disponibles dan esencialmente acceso a los encuentros previstos en Bloemfontein, Nelspruit, Port Elizabeth, Rustenburg, Polokwane y Pretoria.

“Algunas entradas para el conjunto de los partidos, podrán entrar en el circuito de venta en el futuro, cuando los boletos inicialmente atribuidos a los equipos o a los patrocinadores comerciales serán puestos a disposición del público”, añadió Horst Schmidt en un comunicado.

Las dos terceras partes de las entradas puestas a la venta para el Mundial, unas dos millones de entradas, se habían terminado a finales de enero. La mitad de estas entradas fueron compradas por sudafricanos.

Las ventas tardaron en despegar en el país organizador, donde muchos aficionados se quejaban de un sistema de compra demasiado complicado, cuando la mayoría de la población no dispone de ordenadores o tarjetas de crédito.

Ahora, resta también convencer a los aficionados extranjeros de que hagan el desplazamiento, cuando el coste del transporte y del alojamiento empieza a alcanzar precios elevados, y que la imagen de Sudáfrica sufre con sus tasas récord de criminalidad.