El primer ministro británico Gordon Brown comparecerá a principios de marzo ante la comisión que investiga la polémica participación británica en la guerra de Irak, anunció este martes un portavoz del panel.
Brown, ministro de Finanzas del gobierno laborista de Tony Blair cuando comenzó la invasión en marzo de 2003, deberá explicar en una fecha que se anunciará posteriormente su papel antes y después del conflicto.
El presidente de la comisión, John Chilcot, había señalado en un primer momento que no convocaría a Brown hasta pasadas las elecciones generales, que deben celebrarse a más tardar en junio, y previsiblemente el 6 de mayo, para que su declaración no fuera explotada políticamente.
Pero a finales de enero anunció que a petición del propio Brown, quien estaba sometido a una presión creciente de la oposición, decidió darle la oportunidad de testificar como un “acto de justicia”.
Varios de los testigos que declararon ante la comisión desde noviembre se han referido al papel que desempeñó el actual primer ministro, entre ellos el ex titular de Defensa, Geoff Hoon, quien le acusó de haber negado financiación estratégica al ejército británico antes y después de la invasión.
En una anticipada comparecencia, Blair señaló el pasado 29 de enero que no se arrepentía de haber contribuido al derrocamiento de Saddam Hussein en el marco de una intervención armada que sigue dividiendo a los británicos, debido a la amenaza que, según él, éste representaba para el mundo.
Según un sondeo publicado la semana pasada por el diario The Independent, más de uno de cada dos británicos (60%) estima que Brown es “tan responsable” como su predecesor de la participación británica en ese conflicto en el que murieron 179 militares británicos y un número estimado en 100.000 iraquíes.
La comisión precisó que como para la comparecencia de Blair, un tercio de los 60 asientos de la sala de audiencias se reservarán a las familias de los soldados caídos y el resto se sortearán entre los ciudadanos interesados.