La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, llamó el viernes a China a unirse a las otras grandes potencias dispuestas a sancionar a Irán por su programa nuclear, y le pidió que considere sus intereses “a largo plazo” en la región del Golfo.

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Las declaraciones firmes de la jefa de la diplomacia estadounidense, pronunciadas en la Escuela Militar de París, muestran la impaciencia creciente de la administración Obama respecto a un proceso estancado desde hace meses.

“China estará bajo mucha presión para reconocer el impacto desestabilizador que un Irán con el arma nuclear tendría en el Golfo, del cual (Pekín) recibe un significativo porcentaje de petróleo”, dijo Clinton.

La jefa de la diplomacia estadounidense indicó que las “presiones y las sanciones” se producirán porque “nos alejamos de la vía del diálogo, que no ha producido los resultados esperados”.

Un Irán nuclear “desatará una carrera armamentista” e “Israel volverá a sentir una amenaza sobre su existencia”, dijo Clinton.

“Todo ello es increíblemente peligroso”, advirtió la responsable del departamento de Estado al responder a una pregunta en la Escuela Militar de París donde ofreció un discurso ante expertos y diplomáticos.

Dirigiéndose a China, Hillary Clinton dijo que entiende que pueda considerarse “contraproducente, sancionar a un país del cual obtiene una parte importante de los recursos naturales que necesita su economía en crecimiento”.

“Pero reflexionen sobre las consecuencias a más largo plazo”, agregó Clinton con una firmeza hasta ahora inédita hacia China.

Irán es el tercer proveedor de crudo de China.

China, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, se muestra reticente a aplicar sanciones contra Irán.

El grupo de los Seis (Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia), intenta en vano negociar con Teherán, sospechoso de querer dotarse del arma nuclear, encubriéndose en un programa nuclear civil.

El ministro chino de Relaciones Exteriores, Yang Jiechi, reiteró el jueves que Pekín prefiere mantener el camino del diálogo con Irán.

Tras el rechazo iraní de aceptar el enriquecimiento en el extranjero de su uranio, los Seis trabajan en cómo definir las nuevas sanciones, que serían introducidas en una resolución ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Estas declaraciones confirman que Estados Unidos espera avanzar lo más rápido posible y aprovechar la presidencia del Consejo de Seguridad por parte de Francia en febrero para presentar una resolución a Naciones Unidas.

Hillary Clinton mencionó el tema el viernes por la mañana con el presidente francés Nicolas Sarkozy, muy favorable a un fortalecimiento de las sanciones respecto a Irán.

Según el Elíseo, Sarkozy insistió en “la necesidad de avanzar” hacia la adopción de una resolución firme.