Tras semanas de tensa relación bilateral, producto de las acusaciones de espionaje que realizó el gobierno peruano en contra de las autoridades chilenas, el ambiente parece respirar cierta calma, la que llegó luego que la Cancillería de nuestro país respondiera a la petición hecha por el Ministerio Público limeño, para proporcionar antecedentes a sus denuncias.

En dicho informe el estado chileno aseguró no tener registro de las identidades de Víctor Vergara y Daniel Márquez, a quien las autoridades peruanas sindican de ser los supuestos nexos chilenos del espía Víctor Ariza Mendoza, quien fue acusado de enviar información militar confidencial a cambio de dinero.

Es este silencio o días de calma una situación pasajera o, es inminente que el Perú volverá a la carga, descontenta de la respuesta chilena?

Para el analista internacional Raul Sohr, es evidente que las relaciones están volviendo a la normalidad, luego que el gobierno peruano extremara una situación que a su juicio fue desmesurada.

Sohr agregó que ahora que Chile y Perú tras el incidente han redestinado sus embajadores, es dificil volver a tensionar las relaciones, sobre todo porque el gobierno peruano asume que jamás hubo razones para acusar a nuestro país de espionaje.

Por su parte, el analista e historiador José Rodriguez Elizondo, si bien coincide que las relaciones con la nación vecina se han normalizado, duda que no hayan existido razones para levantar acusaciones de espionaje contra nuestro país.

El profesor Elizondo señaló que no es sólo argumento de las películas de ficción sobre el espionaje, cuando se muestran agentes encubiertos siendo capturados por el bando enemigo y se niega la relación con las autoridades, lo cual perfectamente -dijo-, pudo haber ocurrido en este caso.