El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, defendió este lunes su propuesta de cambiar la relación entre Cuba y la Unión Europea (UE) alegando que un acuerdo bilateral obligaría jurídicamente a Cuba a mejorar la situación de derechos humanos.

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“Lo que quiere la diplomacia española es que (…) Cuba se obligue jurídicamente a mejorar su estándar en el respeto a los derechos humanos y que tengamos más capacidad diplomática y jurídica en la relación entre Cuba y la UE”, explicó Moratinos en alusión a un eventual acuerdo de cooperación entre la UE y la isla que él defiende.

La posición común que mantiene la UE sobre Cuba, en la que le pide avances hacia la democracia y en derechos humanos desde 1996, es “unilateral”, según Moratinos, que se mostró partidario de “dejar de imponer, dictar, sobre todo porque no da resultados”.

En su lugar, “vayamos a una posición multilateral donde las autoridades cubanas se tienen que comprometer a una serie de actuaciones”, propuso.

Según el ministro, el momento en que se aprobó la posición común “no se corresponde con el actual”, por lo que “España ha ido cambiando esa relación de la UE con Cuba y es lo que vamos a hacer en los grupos de trabajo y en las instancias de la Unión”.

“Si al final conseguimos un consenso, superaremos la posición común e iremos a un acuerdo bilateral”, previó Moratinos, que reiteró sin embargo que aunque la relación con Cuba es “importante” para España, “no es una prioridad” para la UE.

El ministro manifestó hace meses que la anulación de la posición común europea sobre Cuba y su remplazo por un acuerdo bilateral serían prioridad de la presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2010, pero la semana pasada precisó que este objetivo no será prioritario para la UE en este período.

Esta posición también fue manifestada por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que además dijo que la UE debe ser “exigente” con Cuba además de estar abierta al diálogo.

Zapatero, que redujo la importancia de Cuba para la política exterior de la UE frente a temas como la relación con Estados Unidos y Rusia o el cambio climático, se mostró seguro de que “el tema de Cuba no creará ninguna controversia en el seno de la UE en los próximos seis meses”.

Según los medios españoles, España no quiere tener problemas durante su presidencia con países reticentes al fin de la posición común como la República Checa o los nórdicos, que estiman que Cuba no ha avanzado lo suficiente en el respeto de los derechos humanos como para tomar esa decisión.

Moratinos recordó este lunes que “la posición común es la posición de la Unión en que dicta lo que tiene que hacer Cuba” y “lo que quiere la diplomacia española es que esa posición sea compartida con Cuba”.

Pero lejos de imponerla, España defenderá su posición ante la UE “de forma relajada, serena, profesional”, apuntó.

La posición común fue decidida en 1996 a iniciativa del gobierno conservador español de José María Aznar, que mantuvo pésimas relaciones con La Habana, tras lo cual el gobierno de Zapatero ha llevado a cabo desde 2004 una política de acercamiento a las autoridades de la isla que ha defendido también en la Unión.

La UE adoptó en 2003 a instancias de Aznar varias sanciones políticas contra la isla por la detención de 75 disidentes en 2003, de los que 54 siguen en la cárcel, y que anuló en 2008 por iniciativa del gobierno de Zapatero.

Por otro lado, Moratinos indicó que “no está fijado” un viaje de Zapatero a Cuba durante su legislatura, que termina en 2012. Zapatero tenía intención de viajar a la isla en 2009, lo que finalmente no se cumplió.

España comenzó la presidencia de la UE con la expulsión hace de una semana de la isla del eurodiputado socialista español Luis Yáñez por sus relaciones con la disidencia, lo que Madrid condenó, aunque indicó que no iba a variar su política.