Opositores y defensores del matrimonio homosexual en California, Estados Unidos, se enfrentan este lunes en San Francisco durante un proceso federal decisivo que al final podría sellar el futuro de las uniones gays en todo el territorio estadounidense.
Los demandantes cuestionan la Propuesta 8, cuya aprobación en noviembre de 2008 por el 52% de los californianos anuló la decisión de la Corte Suprema de Justicia del estado de autorizar las uniones homosexuales, con el fundamento de que su prohibición constituía una discriminación.
En octubre último, el juez federal Vaughn Walker aceptó recibir la demanda de los defensores del matrimonio gay y que la cuestión tenía su lugar en un tribunal federal, lo que sus oponentes impugnan.
“Esta demanda es una tentativa del juez Walker de abrirle un proceso a los electores de California, y es un error”, declaró a la AFP Brian Brown, director de la Organización Nacional por el Matrimonio (NOM), una de las más feroces opositoras al matrimonio homosexual.
A los que estiman que la Propuesta 8 es discriminatoria y una violación de la Constitución de Estados Unidos, Brown les responde: “Creo que nuestros padres fundadores se retorcerían en sus tumbas si escucharan que la Constitución garantiza el derecho a redefinir el matrimonio. Es absurdo”.
Para los defensores de las uniones gays, el proceso, que a pedido del juez Walker será retransmitido en el sitio YouTube, será una oportunidad de hacer pedagogía.
“A lo que asistiremos la semana que viene es a un examen preciso de los pretextos presentados para discriminar a los homosexuales”, declara a la AFP Jennifer Pizer, directora del proyecto “Mariage National” de la Asociación Lambda Legal, que defiende los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
“Los defensores de la Propuesta 8 tendrán que aportar pruebas para justificar el hecho de que nos roben nuestros derechos”, agrega.
“La discriminación hace mal y no ayuda a nadie”, señala. “El proceso le dará una oportunidad a la opinión pública de escuchar a los expertos de ambas partes”.
Pizer cuenta con las dos estrellas del tribunal elegidas por los demandantes: Theodore Olson y David Boies, dos abogados que forman equipo tras haberse enfrentado en el proceso entre George W. Bush y Al Gore a raíz del controvertido resultado de la elección presidencial de 2000 en Estados Unidos.
Olson, quien defendía a Bush, pertenece a filas conservadoras y Pizer piensa que su alegato en favor de un tratamiento equitativo de las parejas gays y lesbianas llegará a los oídos y el corazón de muchas personas que hasta ahora no habían prestado atención a este problema.
Pero el proceso no carece de riesgos para los opositores a la Propuesta 8. Como destaca Brown, “nadie en Estados Unidos piensa que este caso terminará en este nivel. Esto terminará en la Corte Suprema”.
En efecto, una decisión de la Corte Suprema sellaría la suerte de las uniones homosexuales en todo el territorio estadounidense, sin posibilidad de recurrir para cualquiera de las dos partes.
El proceso constituye, pues, para los defensores del matrimonio entre homosexuales un “todo vale” que varias organizaciones gays han denunciado.
Tanto más cuanto que las uniones homosexuales han sufrido recientemente varias derrotas. Los legisladores del estado de Nueva Jersey (este) rechazaron el jueves un proyecto de ley tendiente a autorizarlas, al igual que los del estado de Nueva York algunas semanas antes.
Sólo cinco estados de la Unión autorizan hoy las uniones homosexuales: Iowa (centro), Connecticut, Massacusetts, Vermont y New Hampshire (en el noreste).