Gendarmes y Gobierno lograron acuerdo para subir de grado a la totalidad de los funcionarios no uniformados que actualmente trabajan en la institución.

La indicación será integrada al proyecto de ley que busca modernizar a Gendarmería y ampliar la planta a más de 6 mil funcionarios, cuya idea es promulgarla antes que termine el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.

Luego de meses de espera, paros, movilizaciones y negociaciones, por fin hubo humo blanco entre las autoridades del Ministerio de Justicia y dirigentes de Gendarmería.

El último escollo que faltaba por resolver era la situación de los profesionales técnicos de la institución y que se agrupan en Adiptgen, funcionarios no uniformados que exigían mejoras en las remuneraciones y estabilidad laboral.

Peticiones que fueron integradas al proyecto de ley de Plantas y Modernización del Servicio que esta semana aprobó el Senado y que volverá a la cámara baja para terminar su trámite.

Los más contentos fueron los beneficiados, como expresó el presidente de Adiptgen, Arturo Sandoval.

Una noticia positiva para el gobierno que espera que el proyecto se ley antes del 11 de marzo, cuando termine la administración, como confirmó el subsecretario de Justicia, Jorge Frei.

El proyecto tendrá además un artículo transitorio en el que se explicita que, en un plazo de 2 años, el próximo gobierno deberá ingresar un 2º proyecto de ley referido a la reinserción social y mejoras para el personal a cargo de esta tarea.

Compromisos que para el Director Nacional de Gendarmería, Alejandro Jiménez, se podrán cumplir por lo que, dijo, no debería haber más problemas en la tramitación de la iniciativa.

De esta forma se aumenta en 5.800 los funcionarios dedicados a la vigilancia, custodia, traslado y seguridad en cárceles y tribunales, y en 380 los cargos para la planta 1 de oficiales, progresivamente durante 6 años, una vez que esta se convierta en ley.