La oposición comenzó este martes a organizarse para intentar controlar cinco de las nueve gobernaciones de Bolivia en los comicios de abril próximo, convertidas en la última trinchera de la oposición tras el arrollador triunfo del presidente Evo Morales en las elecciones generales de diciembre pasado.

Los prefectos Rubén Costas (Santa Cruz), Mario Cossío (Tarija) y Ernesto Suárez (Beni) -todos destacados opositores al presidente- presentaron el lunes sus renuncias para registrarse como candidatos para los comicios del 4 de abril próximo, pues la ley les exige dimitir con 90 días de anticipación.

En los departamentos de Pando y Chuquisaca también la oposición activa planes para mantener el control regional.

Los otro cuatro departamentos andinos bolivianos -La Paz, Potosí, Oruro y Cochabamba- son controlados con abrumadora mayoría por el Movimiento el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).

Los comicios regionales de abril son cruciales para Bolivia pues tras el triunfo de Evo Morales en la elección presidencial de diciembre -donde alcanzó un 64% de los votos y el control absoluto del Congreso- las regiones del llano y la amazonía son los últimos bastiones de resistencia al mandatario.

Santa Cruz, el motor económico del país, es la región del país que más ha resistido a Morales desde que éste llegó al poder en enero d 2006.

El prefecto Costas dijo el lunes, al presentar su renuncia, que su labor al frente del departamento fue “luchar por la libertad, así como el de convertirnos en el punto de defensa democrática más firme de los embates de las medidas autoritarias de un gobierno hegemónico”, en referencia a Morales.

Mientras que en Santa Cruz, Tarija y Beni los prefectos van por la reelección, en Chuquisaca y Pando sectores opositores buscan articular un frente común que les permita derrotar al oficialismo.

El presidente Morales busca un control total regional para evitar el bloqueo a sus medidas de corte indígena y estatista.

“Lo ideal es que tanto el Gobierno Nacional como los gobiernos departamentales, las gobernaciones, tengan una misma orientación política”, afirmó este martes el vicepresidente Alvaro García, considerado el ideólogo del oficialismo.

Desde que Morales inició su gobierno enfrentó la oposición de la poderosa región de Santa Cruz, que produce cerca del 30% del PIB del país y que lideró un movimiento seguido por Beni, Pando y Tarija para dotarse de un sistema autonómico, que el gobierno central siempre rechazó.

A falta de oposición política, la oposición regional se ha convertido en la piedra del zapato para el indígena Morales y ha sido motivo de duros enfrentamientos que casi derivan en guerra civil en septiembre de 2008.

Unos 5 millones de bolivianos, además de elegir a nueve gobernadores, también votarán por más de 300 alcaldes y miles de consejeros departamentales y concejales municipales.