Tres palestinos, militantes del Fatah y sospechosos de estar implicados en el reciente asesinato de un colono israelí, murieron a manos del ejército israelí este sábado en una incursión en Naplusa que hace temer el regreso de la violencia a Cisjordania.
La Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas denunció una “peligrosa escalada de la violencia” de parte de Israel que, a su entender, compromete la seguridad y la estabilidad instauradas en los dos últimos años por los servicios de seguridad palestinos en los territorios ocupados por el Estado hebreo.
En Naplusa, Ghassan Abu Charj (40 años), Raid Al-Surakji (40) y Anan Subuh (31) fueron abatidos por las fuerzas especiales israelíes que penetraron temprano el sábado en el casco histórico de Naplusa, zona autónoma palestina de Cisjordania, según fuentes coincidentes. Una mujer resultó herida.
“Son los tres terroristas que perpetraron el jueves pasado el atentado con arma de fuego que mató a un israelí”, un colono de 45 años, en la misma región, declaró a la AFP una portavoz del ejército israelí.
“En base a las informaciones precisas del Shin Beth (servicio interior de seguridad israelí), nuestras fuerzas cercaron tres casas en Naplusa donde se habían atrincherado y los eliminaron”, agregó la portavoz.
Anan Subuh era un activista de las Brigadas de los Mártires de al Aqsa, un grupo armado vinculado al Fatah, el partido de Abas. Los otros eran militantes del Fatah, según un responsable de los servicios de seguridad palestinos.
Según la portavoz del ejército israelí, esos tres palestinos habían estado implicados antes en atentados contra Israel y se hallaron armas en las viviendas. No hubo intercambio de disparos. Los soldados israelíes llegaron a bordo de decenas de vehículos.
Según sus familias, los tres palestinos fueron abatidos a sangre fría, sin advertencia. Fueron enterrados el sábado en presencia de miles de personas, mientras se decretaba una huelga de 24 horas en Naplusa.
El jueves, un colono israelí, maestro de una escuela religiosa y padre de 7 niños, fue hallado muerto en su vehículo acribillado de balas en una ruta entre las colonias judías de Einav y Shavei Shomron, cerca de Naplusa.
El ataque con armas automáticas había sido reivindicado por el grupo Imad Mughnieh de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado de Fatah.
Estos hechos de violencia en Cisjordania -tras más de dos años de relativa calma- tienen lugar en momentos en que la tensión es palpable desde hace varias semanas entre palestinos y colonos israelíes en la región de Naplusa.
En otro incidente separado, tres palestinos más murieron por disparos israelíes en la franja de Gaza. Se trataba de civiles que recogían metal cerca de la barrera de seguridad que separa el enclave palestino de Israel, según fuentes palestinas.
De acuerdo con una portavoz israelí, los tres palestinos se aprestaban “a cometer un atentado terrorista en Israel”.