El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García, acusó este domingo a Estados Unidos de “interferencia política” con relación a asuntos internos de su país y dijo que mientras esa actitud prevalezca continuará el distanciamiento entre La Paz y Washington.
Estados Unidos “sigue una política debajo de la alfombra, sigue moviendo pisos políticos. Mientras mantengan esa actitud de interferencia política (…), mientras no cambien de actitud, esta sana y soberana distancia es lo mínimo que podemos hacer como país que se respeta a sí mismo”, dijo al diario La Prensa.
La Paz y Washington esperaban firmar en noviembre un nuevo acuerdo marco de relaciones diplomáticas, a más de un año de expulsiones mutuas de embajadores que afectó los vínculos bilaterales, según anunció a fines de octubre el presidente Evo Morales.
Las diplomacias de ambos países negocian el nuevo acuerdo, para renovar un añejo pacto que data de la década del 50, con tres rondas de negociaciones durante lo que corre de 2009.
Las desinteligencias entre La Paz y Washington desembocaron en septiembre de 2008 en la expulsión del embajador estadounidense Philip Goldberg, acusándolo de haber apoyado un complot civil local contra su Gobierno. Dos meses más tarde la oficina norteamericana antinarcóticos DEA también fue expulsada de Bolivia.
Según García, la nueva administración de la Casa Blanca no ha variado su política de injerencia en asuntos bolivianos, según una entrevista exclusiva al diario La Prensa.
“Mientras (Estados Unidos) sigan manteniendo la actitud de que aquí tienen que influir y apoyar a unos en contra de otros, meterse en el ámbito ideológico y cultural, no va a haber buenas relaciones”, sostuvo.
Según declaraciones anteriores de Morales, un nuevo marco de relaciones con Estados Unidos debe estar “basado, principalmente, en cooperación de estado a estado”.