Elecciones locales para gobernadores, legisladores y alcaldes en varios lugares de Estados Unidos revelarán este martes el estado de la opinión tras un año de gobierno de Barack Obama.
Nueva Jersey y Virginia eligen gobernador, Nueva York y Atlanta alcalde, una circunscripción del norte del Estado de Nueva York su representante en el Congreso y Maine decide por referendo si rechaza o no el casamiento homosexual.
El año próximo, un tercio del Senado, toda la cámara de Representantes y más de dos tercios de los cargos de gobernador volverán a ponerse en juego en las urnas en las elecciones de mitad de mandato, cruciales para el gobierno de Barack Obama.
La jornada electoral de este martes, donde están en juego cuestiones locales como la anticipada reelección del alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, también constituyen un barómetro político general de cara a 2010.
Los demócratas observarán con atención el desempeño de sus candidatos Jon Corzine y Creigh Deeds, en Nueva Jersey y Virginia respectivamente.
El saliente Corzine, respaldado activamente por Obama, está en una disputa cabeza a cabeza, según las encuestas, contra el republicano Chris Christie que amenaza el bastión demócrata de Nueva Jersey (este).
Más al sur, Creigh Deeds se mide en Virginia con el republicano Bob McDonnel, que tiene viento en popa y según las encuestas puede ganar, al punto que Obama envió una carta este fin de semana a más de 300.000 votantes.
En el norte del Estado de Nueva York, lo que está en juego va mucho más allá de un escaño en el Congreso. Para los republicanos esa elección es un test para definir si deben apostar a una estrategia conservadora o más moderada.
Al demócrata favorito Bill Owens se enfrenta un “outsider” del Partido Conservador, Douglas Hoffman, impulsado por el ala derecha de los republicanos.
La candidata oficial republicana, la moderada Dede Scozzafava, anunció el sábado que retiraba su candidatura al constatar que las encuestas le eran desfavorables y anunció que respaldaba al demócrata.
La candidatura de Hoffman fue respaldada por la ex gobernadora de Alaska Sarah Palin y el gobernador de Minnesota Tim Pawlenty -considerados posibles aspirantes a la Casa Blanca en 2012- y el ex congresista Dick Armey, todos partidarios de amarrar el partido a los valores más conservadores.
Según una encuesta del canal del televisión CNN, apenas un 36% de los norteamericanos tienen actualmente una imagen favorable de los republicanos.
Por otro lado, la popularidad de Obama, según una encuesta Gallup de la semana pasada, cayó de un 62% a un 51% entre su segundo y tercer trimestre en la Casa Blanca.
Los republicanos podrían capitalizar electoralmente la crisis económica, el desempleo y el empantanamiento de la guerra en Afganistán y por eso los demócratas estarán más atentos a los que suceda en Nueva Jersey y Virginia.
Lo que Obama y los demócratas medirán este martes, según algunos analistas, es sobre todo el grado de movilización de los electores para determinar si pueden contar o no para 2010 con el entusiasmo de 2008.