Mujeres iberoamericanas abogaron este lunes por aprovechar la crisis económica para poner en marcha un nuevo esquema económico que dé valor al trabajo de las mujeres, especialmente el que realizan en el hogar, que no se tiene en cuenta en la economía tradicional.
Fuente: AFP
“Hay que ver cómo hacer que esto no sea sólo un tema de mujeres, que se le dé valor, porque a lo que se le da valor se le dedica tiempo y recursos”, afirmó la profesora de Economía de la Universidad de Barcelona, la española de origen chileno, Cristina Carrasco, en la inauguración del V Encuentro de Mujeres Líderes Iberoamericanas en Madrid.
Carrasco abogó por una contabilidad integral que incluya ese trabajo que no se ve, que no es tomado en cuenta por la economía tradicional en la que el trabajo prácticamente se asocia a trabajo asalariado.
“La economía se ha mantenido desligada de lo social, de la persona”, insistió la profesora española, ante un grupo de universitarias, políticas y dirigentes de asociaciones iberoamericanas, que se mantendrán reunidas hasta el próximo jueves en la capital española.
Carrasco recordó los años que se necesita para criar a un hijo y que, cuando puede salir al mercado “en este país lo remuneran entre 600 y 1.000 euros, según la cualificación que tenga y con eso están pagando los 25 años (de formación), es decir, estamos entregando una fuerza de trabajo baratísima a las empresas”, que han aprovechado esto para hacer su acumulación de beneficios y riqueza.
Por ello, Carrasco aseguró que la tensión profunda del sistema es entre la obtención de beneficios que se plantea en el nivel de la economía tradicional y el bienestar humano que es lo que se busca en el seno de las familias y del trabajo no remunerado de las mujeres.
“Este cuidado y bienestar humano depende del salario, del sector público que tengamos y del trabajo (que se haga en las familias) y esto sería el bienestar de la población, que debería ser el objetivo fundamental”, añadió Carrasco.
Por ello, abogó por buscar “pactos” entre los distintos sectores para llegar a un nuevo esquema económico que tenga más en cuenta el bienestar y menos las cuentas.