La economía mundial parece salir tímidamente de la crisis, pero los expertos consideran que a esta recuperación de la actividad podría seguir una brutal recaída, conforme a una teoría que planteó un connotado economista estadounidense.

Esta sombría previsión está contemplada en la “recesión de doble caída” de Nouriel Roubini, economista estadounidense, profesor de la Universidad de Nueva York, cuyas declaraciones son escrutadas con lupa después de que fuese el primero en anunciar la crisis del crédito en Estados Unidos que estremeció a la economía mundial.

En un reciente artículo, Roubini estimó que el riesgo de una recesión de doble caída es grande. Una vez pasado el efecto benéfico de los planes de reactivación los Estados no tendrán más opción que “debilitar la recuperación”, acortando los gastos públicos o dejando correr sus déficit.

Roubini predice igualmente un aumento de los precios del petróleo que frenará la actividad. En conclusión: la reanudación será fantasmagórica y la recaída inevitable.

La “recesión de doble caída” reaviva oscuros recuerdos. En 1937, en momentos en que Estados Unidos se recobraba del crac de 1929 y volvía al crecimiento, el banco central estadounidense (Fed) cortó los flujos del crédito por miedo a la inflación, provocando una recaída del producto interno bruto (PIB) de -3,4%.

Una “recesión de doble caída” provocaría un frenazo brutal de la actividad (…) y podría conducir a un repliegue proteccionista de los Estados, los que estarían sometidos a fuertes presiones sociales internas”, recalca Eswar Prasad, profesor de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.

¿Esta hipótesis tiene fundamento? La pregunta divide a los economistas interrogados por la AFP.

Philippe Chalmin, especialista en materias primas de la parisiense Universidad Dauphine, es categórico: no cree “para nada” en ella y considera fantasiosa la hipótesis de un encarecimiento del barril del crudo.

Por su parte Daniel Gros, del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS) considera prematuro hablar de recaída.

“Antes de hablar de recaída, primero hay que llegar al rebote”, dice, recordando que sólo algunas economías salieron de la recesión (Japón, Francia, Alemania).

(AFP)