Al menos 7 civiles afganos murieron y 91 personas resultaron heridas en un atentado suicida con coche bomba el sábado frente a la entrada del cuartel general de las fuerzas de la OTAN en pleno centro de Kabul, a 5 días de los comicios presidenciales y provinciales.

El ataque fue rápidamente reivindicado por un portavoz de la insurgencia islamista de los talibanes, que amenazaron con ataques para obstruir las elecciones del jueves por considerarlas “una impostura orquestada por los estadounidenses”.

“Se trata de un atentado suicida con coche bomba, justo delante de la ISAF”, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), declaró a la AFP el portavoz del Ministerio de Defensa, Mohamad Zaher Azimi.

Según el último balance del Ministerio, 7 civiles murieron y 91 personas resultaron heridas, entre ellas 4 soldados afganos y una parlamentaria, Hawa Alam Nuristani.

El portavoz de la ISAF señaló a la AFP que “cinco soldados de la ISAF resultaron heridos”.

Un portavoz de los talibanes, Zabihula Mujahid, revindicó el atentado en una llamada telefónica a la AFP. “Un kamikaze detonó 500 kilos de explosivos a bordo de un todoterreno ante la embajada estadounidense”, aseguró.

“La seguridad afgana frenó al autor del atentado en la primera puerta”, explicó el portavoz de la ISAF, Eric Tremblay.

El ataque tuvo lugar hacia las 8:30 de Kabul (00 horas en Chile) y destruyó una gran barrera de hormigón que protege la base militar, constató la AFP.

Se produjo cerca de la embajada estadounidense y del palacio del presidente afgano, Hamid Karzai.

En el cuartel general de la OTAN se aloja el general estadounidense Stanley McChrystal, comandante estadounidense de los más de 100.000 soldados extranjeros desplegados en Afganistán.

Los países occidentales han prometido hacer todo lo posible para que los afganos puedan votar el jueves en condiciones de seguridad.

Las tropas internacionales llevan a cabo una operación lanzada para garantizar la seguridad el sur afgano que ha incrementado su número de bajas desde julio.

En este contexto, el ministerio de Defensa anunció desde Londres el aumento de las bajas británicas a 200 tras la muerte, el sábado, de un soldado herido en una acción armada, el 13 de agosto.

El primer ministro británico, Gordon Brown, señaló que la simbólica cifra de caídos era “profundamente trágica” pero señaló que las tropas británicas tienen la misión vital de acabar con la red de Al Qaida que usa Afganistán como base para preparar ataques contra Gran Bretaña y otros países.

Por otra parte, al menos cuatro civiles y 43 talibanes perecieron en actos de violencia este sábado en diversas zonas del país, según las autoridades afganas.

Los talibanes han dicho que no atacarán directamente los colegios electorales, pero han llamado a los afganos a boicotear los comicios y a sumarse a sus filas.

“Con estos ataques, los enemigos de Afganistán intentan crear un sentimiento de temor al acercarse las elecciones, pero deben saber que los afganos no tendrán miedo a sus amenazas e irán a las urnas”, dijo el presidente Karzai en un comunicado.

El presidente saliente, favorito en estas elecciones, anuló este sábado un mitin de campaña previsto en la provincia de Helmand (sur) por temor a un ataque, según los organizadores.

La reciente intensificación de la violencia de los insurgentes hace temer una elevada tasa de abstención, y en consecuencia unas elecciones poco creíbles.

Los talibanes fueron expulsados del poder por la coalición extranjera liderada por Estados Unidos a fines de 2001.

(AFP).