El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, reiteró el domingo que responderá militarmente contra Colombia si hay otra “agresión” como la de marzo de 2008, cuando ese país bombardeó un campamento de las FARC en territorio de Ecuador, según una entrevista con un medio colombiano.

Si “nos bombardean nuevamente, la respuesta será militar”, aseguró Correa en una entrevista en directo desde Quito con el teleinformativo Noticias Uno.

“No voy a permitir que mi país sea bombardeado nuevamente”, agregó el mandatario, interrogado sobre si existen razones para pensar que puede haber una guerra entre Ecuador y Colombia.

Correa afirmó que su vocación es “pacifista”, pero que su deber como jefe de Estado es defender la “soberanía” ecuatoriana.

En la incursión de 2008 -que desató una severa crisis que mantiene rotas las relaciones diplomáticas entre los dos países-, las fuerzas colombianas abatieron a 25 personas incluido Raúl Reyes, el número dos de la guerrilla marxista.

Correa retó a su homólogo colombiano, Alvaro Uribe, a someterse ambos a una prueba de polígrafo para determinar si él tiene vínculos con las FARC, como sospecha Bogotá, o su colega con los paramilitares de ultraderecha y el narcotráfico.

“Yo le propongo al presidente Uribe con todo afecto: pongámonos ambos ante un detector de mentiras, delante de nuestros pueblos, y que nos pregunten si tenemos relación con las FARC, con los paramilitares o con el narcotráfico para ver quién es quién en América Latina”, dijo.

El gobernante negó una vez más haber tenido tratos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y se declaró dispuesto a renunciar si Bogotá prueba que ese grupo hizo un aporte económico a su campaña electoral de 2006.

“Si ustedes demuestran que yo he recibido 20 centavos de las FARC, renuncio mañana mismo al cargo”, prometió, agregando que “a lo sumo estarían demostrando que (…) alguien estafó a las FARC”.

Asimismo, mencionó la existencia de un segundo manuscrito incautado a Reyes tras su muerte, el cual está en poder de la Fiscalía ecuatoriana. Un primer documento atribuido a Reyes, que exoneraría el presidente de cualquier nexo con los rebeldes, fue exhibido la semana pasada en Quito por las autoridades.