Hoy asumió el nuevo secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, y llega con el desafío de contribuir al mejoramiento de la situación en Afganistán, la cual está lejos de ser tranquila.

Por ejemplo, hoy un atentado con bomba dejó al menos 12 muertos y 29 heridos en Herat, al oeste de dicho país, cuando faltan menos de tres semanas para las elecciones presidenciales y provinciales. Los talibanes exhortaron a la población a boicotear estas elecciones y a tomar las armas contra “los invasores” extranjeros.

A su vez, un soldado británico que se niega a regresar a Afganistán por estimar que esa guerra no se puede ganar, compareció por primera ante la corte marcial que lo juzgará por desertor.

El soldado de primera clase Joe Glenton, señaló en una carta que “mi preocupación principal es que el valor y la tenacidad de mis compañeros soldados se ha convertido en un instrumento de la política extranjera estadounidense”.

“La guerra en Afganistán no reduce el riesgo del terrorismo, y en lugar de mejorar las vidas de los afganos, siembra muerte y devastación en su país. Gran Bretaña no tiene nada que hacer allí”, agregó Brown.

Es en este contexto en el que asume Rasmussen, que abogó por un compromiso fuerte de la Alianza en Afganistán para evitar que este país “vuelva a ser un gran epicentro del terrorismo internacional”.

El siguiente es el informe de Radio Francia Internacional.