Avistan ballena en playa de Tocopilla: bióloga explica razón de su aparición y peligros que corren

Créditos: César Rojas Arce

Miércoles 08 febrero de 2023 | Publicado a las 11:49

visitas
visitas

Según relatos locales, el animal estuvo entre las 09:30 y 10:30 del lunes en la zona. Las imágenes se volvieron virales en las últimas horas.

En las últimas horas se viralizó la grabación de una ballena en la costa de Tocopilla, región de Antofagasta, entre playas Las Pesqueras y Remanso.

De acuerdo a las imágenes más compartidas – del empresario César Rojas Arce – se puede ver al cetáceo alimentándose, cerca de pescadores y otras personas, que también registraron el momento.

Según relatos locales, el animal estuvo entre las 09:30 y 10:30 horas del lunes en la zona.

En conversación con BioBioChile, desde la Municipalidad de Tocopilla confirmaron haber sabido del avistamiento, pero que no tenían mayores detalles del caso. Algo parecido respondieron en la Capitanía de Puerto.

Por su parte, la bióloga marina Sonia Español, directora ejecutiva de Fundación MERI, confirmó que “no es tan raro ver a estas especies cerca de la orilla”.

“Suele ser porque siguen a sus presas, incluso algunas ballenas acorralan a los peces cerca de la orilla haciendo que salgan a la superficie y ahí se los comen”, detalló.

Ahí viene el peligro: “hay más posibilidades de interacción con los humanos y porque a veces se acercan tanto a la orilla que se quedan encalladas al no tener fuerza suficiente para volver agua adentro”, explicó.

Según la especialista, estas ballenas son del norte y viajan más al sur a alimentarse.

“Ballena a la vista”

Justo esta semana Fundación MERI dio a conocer la sexta versión de la campaña “Ballena a la vista”.

La idea busca proteger a estos grandes cetáceos que pueden ser apreciados en las costas chilenas durante el verano.

“El objetivo es sensibilizar a la ciudadanía de la existencia de diferentes especies de ballenas en las costas chilenas durante los meses de verano para que puedan disfrutar de su presencia de una forma responsable recordando que muchas de estas especies se encuentran en peligro de extinción debido a las actividades humanas”, dijeron en un comunicado.

Bajo ese marco, durante febrero, MERI exhibirá el documental Blue BOAT Initiative en el centro Cecrea de Castro, en Chiloé, donde se muestra el trabajo realizado por sus equipos para instalar la boya inteligente que alerta sobre la presencia de estas especies en el mar, buscando evitar colisiones con naves.

No solo la ballena en Tocopilla: ¿dónde ver a estos animales en Chile?

En Chile, de norte a sur, existe la posibilidad de tener un encuentro cercano con ballenas azules, jorobadas, minkes y sei, entre otras.

Según la fundación, esta especie se divide en dos: misticetos y odontocetos.

Los misticetos en lugar de dientes poseen estructuras bucales llamadas “barbas”, ubicadas solo en la mandíbula superior.

Además, tienen un espiráculo doble, es decir, dos orificios para respirar.

Las especies de este grupo miden entre siete y 30 metros de longitud: la azul, jorobada, fin, minke y franca austral.

Por su parte los odontocetos son los que tienen dientes en sus diferentes formas, tamaños y, a veces, ocultos bajo las encías.

Las especies de este grupo poseen un solo espiráculo, es decir, un orificio nasal. Los tamaños de estas especies varían entre uno y 18 metros: cachalote, orca, delfín austral, delfín chileno, delfín nariz de botella y marsopa espinosa.

En Chile, los principales lugares de avistamiento con Caleta Chañaral de Aceituno (Atacama), el Parque Marino Francisco Coloane, área protegida de 67 mil hectáreas entre las islas Santa Inés, Riesco y la península de Brunswick (Magallanes); el Golfo de Corcovado y el noreste de la Isla Grande Chiloé (Los Lagos) y la Antártica.

Las ballenas contribuyen a estabilizar las tramas tróficas y benefician directamente al sector pesquero.

Sumado a eso, también aportan en la crisis climática: en promedio, por ejemplo, cada ballena azul secuestra 33 toneladas de carbono a lo largo de su vida.

“Cuando muere, el carbono se hunde con ella y queda retenido en las profundidades del océano por cientos de años”, comentaron desde MERI, que junto al Fondo Monetario Internacional cifran en US$4 millones los servicios ecosistémicos de las ballenas por su captura de CO2.

Lo último