Las grandes empresas eléctricas pidieron al Gobierno que se dicte un decreto de racionamiento, a raíz de un informe encargado por las propias entidades privadas, que asegura que el sistema está al limite debido a la falta de lluvias.

El informe del CDEC-SIC, entidad que coordina la operación de las eléctricas, fue emitido el 21 de mayo y tiene el propósito de determinar la seguridad del sistema.

Según el documento, los principales embalses están operando a su mínimo, a lo que se suma la salida de la central Nehuenco de Colbún que volverá a funcionar sólo a fines de junio.

Rodrigo Castillo, director Ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas, aseguró a Radio Bío Bío que la situación es de fragilidad extrema.

El ex ministro de Economía y candidato presidencial UDI, Pablo Longueira se refirió a este tema, indicando que aún no se corren riesgos de racionamiento, pero la forma de prevenirlo es aprobando los proyectos que ha enviado el Gobierno al Congreso sobre esta materia.

A juicio de Patricio Rodrigo, secretario ejecutivo de Patagonia sin Represas, este informe es una nueva presión de las grandes empresas que prefieren vivir permanentemente en crisis, a modo de poder controlar los precios.

La situación más compleja se viviría en las próximas cuatro a seis semanas, hasta que Nehuenco opere nuevamente. Sin embargo, según Patricio Rodrigo, extrañamente Nehuenco siempre falla cuando la política energética está en debate.

Para Flavia Liberona, directora ejecutiva de la Fundación Terram, el problema de fondo es que nuestro sistema eléctrico, estratégico para el país, está en manos privadas y al total arbitrio del mercado, transformando a los chilenos en “prisioneros” de las grandes empresas.

En mayo, la operación de las centrales hidroeléctricas ha seguido cayendo y representa sólo 25% de la generación total del SIC, mientras que en condiciones de hidrología normal el aporte supera el 55%.