El papa Benedicto XVI fue informado sobre los resultados de las dos investigaciones abiertas sobre el escándalo generado por la filtración de documentos reservados del pontífice, conocido como Vatileaks, e invitó a la magistratura vaticana a “proseguir su tarea con esmero”, indicó el viernes en un comunicado la Santa Sede.
El Papa interrumpió sus vacaciones en Castelgandolfo, a unos 30 km de Roma, para recibir el jueves a la comisión cardenalicia encargada de llevar a cabo la investigación administrativa sobre la fuga de informaciones confidenciales, así como a los jueces que siguen el caso.
“El Santo Padre ha sido informado de las conclusiones a las que ha llegado la comisión cardenalicia y del curso que sigue el procedimiento penal” contra su mayordomo, Paolo Gabriele, único indagado hasta ahora, precisa la nota divulgada por el Vaticano en tres lenguas.
“El Papa ha dado las gracias por las informaciones recibidas e invitado a la Magistratura Vaticana a proseguir su tarea con esmero”, subraya el comunicado.
Además de los cardenales Julián Herranz (español), Jozef Tomko (eslovaco) y Salvatore De Giorgi (italiano), miembros de la comisión cardenalicia, el Papa recibió al juez instructor, Piero Antonio Bonnet, junto con el Promotor de justicia, Nicola Picardi, del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano.
A la reunión no asistió el número dos del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, quien está de vacaciones, mientras estaban presentes el secretario del Papa, monseñor Georg Gänswein, el número tres del Vaticano, Angelo Becciu, el comandante de la gendarmería vaticana, Domenico Giani, y el recién nombrado consultor para la comunicación, el periodista estadounidense Greg Burke.
En declaraciones a la prensa, el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, explicó que entre el 6 y 7 de agosto se concluirá la fase instructoria contra Gabriele, acusado de “robo agravado”, y se podrá saber si se le inicia un juicio o si le conceden la libertad sin cargos.
A Gabriele, detenido el 23 de mayo, le concedieron el 22 de junio la detención domiciliaria, y según algunos medios de prensa italianos, el ex mayordomo, llamado familiarmente Paoletto, escribió una carta al Papa pidiéndole perdón por los errores cometidos, por lo que el pontífice podría concederle la gracia.
La imagen del Vaticano se vio perjudicada por la filtración de un centenar de documentos internos, entre ellos numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, lo que ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, ya que puso en entredicho incluso su liderazgo como guía de la Iglesia católica.
Según la prensa italiana, el mayordomo no era el único en proveer documentos a la prensa italiana y otros ya rompieron el juramento de confidencialidad que deben respetar todos los que trabajan en la administración del Vaticano.
