Rumores de todo tipo, muchos de ellos falsos, la automatización de los programas informáticos y la especulación a la baja, un mecanismo muy criticado desde la crisis de Lehman Brothers, hicieron cundir el pánico en la bolsa de París desde el miércoles.

“No habíamos visto un tal diluvio de noticias falsas desde 2008″, resume Yves Marçais, vendedor de acciones para Global Equities.

Todo tipo de rumores circularon el miércoles en las salas de mercado.

Así, la agencia Fitch iba a bajar la nota de Francia, decía un operador, mientras otro barajaba la posibilidad de que el banco Société Générale corriera el riesgo de quebrar en breve, explicando así que el presidente francés Nicolas Sarkozy hubiera optado por interrumpir sus vacaciones y volver a París.

La Autoridad de Mercados Financieros (AMF), que vigila en Francia las actividades bursátiles, estimó el jueves que el funcionamiento normal de las transacciones había sido alterado por la difusión de “rumores infundados sobre los valores financieros” cotizados en la bolsa de París.

“Un sólo operador es capaz de lanzar un rumor de mercado. Basta con que dude de algo para que lo que dijo se transmita, incluso amplificado, en pocos segundos a todo el mundo financiero por medio de blogs o redes sociales”, explica Renaud Murail, de Barclays Bourse.

Desde el miércoles, todo tipo de rumores se transmitían por Twitter: “Société Générale es el nuevo Lehman Brothers”, “Rumores de que un banco francés está a punto de quebrar”, “Retiren su dinero de Société Générale. Avísenle a sus amigos y familiares. Rápido”.

Para Marçais, el mercado y los medios masivos de comunicación “tienen que encontrar una explicación inmediata cuando una acción baja a gran velocidad y, en esas condiciones, corren el riesgo de decir cualquier cosa”.

También hay rumores lanzados voluntariamente para desestabilizar a un banco competidor o a un país, estima Murail. En esos casos, “resulta imposible” saber lo que realmente pasó.

Por eso, aunque la AMF ordenara una investigación, le sería prácticamente imposible saber de dónde vienen los rumores, agrega.

La especulación a la baja, muy criticada desde 2008, acentuó el pánico, según varios expertos.

Este tipo de especulación puede ocurrir cuando un operador pide prestado un título y lo vende con la esperanza de que el precio baje. Si así ocurre, lo compra para pagar su deuda y embolsa la ganancia.

Atenas prohibió el lunes este tipo de especulación por un período de dos meses, pero, por ahora, París no baraja la posibilidad de hacer lo mismo.

Algunos expertos también mencionan la influencia de la aceleración de las transacciones y de los programas informáticos.

“Todos esos programas informáticos, en cuanto llegan a un umbral técnico, empiezan automáticamente a ordenar ventas masivas sin que haya que darles instrucción ninguna”, explica Waldemar Brun-Theremin, de Turgot Asset Management.

“Esto seguramente haya incidido en la baja de Société Générale”, cuyo título llegó a perder un máximo de 22% durante la sesión del miércoles, antes de repuntar y terminar perdiendo 14%, agrega.