Irenea Araneda es una mujer oriunda de Hualqui en la Región del Bío Bío que, a esta altura de la vida, ya tiene 105 años. Según el registro oficial, nació un 20 de octubre de 1912, aunque tiene recuerdos del momento en que fue a inscribirse en el civil, por lo que podría tener más edad.

Aún autovalente, Irenea es capaz de ir al baño, comer y conversar de su vida sin mayor problema… aunque, claro, la edad le ha quitado poco a poco la audición, por lo que a veces hay que levantar la voz para hablarle.

Sentada en su sillón favorito, este martes esperó la visita del alcalde Ricardo Fuentes, quien le entregó un reconocimiento por ser la mujer más longeva de la comuna y una de las más antiguas de la región.

Emocionada y agradecida, entre lágrimas recibió el premio que, aseguró, mostrará a todo aquel que se acerque a su hogar en calle Irarrázabal, en el que vive cuidada por su hija y una de sus tantas nietas.

Y es que su familia es muy grande. Tanto así que tiene seis tataranietos y, al menos, dos decenas de nietos.

Su vida no ha sido fácil, pues desde pequeña, en la localidad de Pichaco, se dedicó al comercio de frutas. Así, era ella misma quien recogía manzanas y luego, con una caja, se dirigía hacia Concepción a venderlas.

Era la única forma de mantener a sus hijos, puesto que su marido falleció a temprana edad.

“¿Cuál es el mensaje que usted le daría a los jóvenes?”, le preguntó el alcalde. Y lejos de toda expectativa, la respuesta sorprendió a todos los presentes.

“Que si pueden, se echen un baile”, respondió entre risas, dejando en claro que no hay edad que impida pasarlo bien en la vida.