El cine nos ha mostrado a los psicópatas como asesinos del tipo Hannibal Lecter (El silencio de los inocentes) o Patrick Bateman (Psicópata Americano), pero no necesariamente es así.

“Podríamos definir al psicópata como la persona que carece de sentimientos importantes en el ámbito social, como la empatía o el cuidado de los demás. Para él, los otros son un medio para llegar a su fin”, indicó el psicólogo infanto juvenil español Abel Domínguez Llort.

Con él coincide su colega Alicia Banderas, autora del libro Pequeños Tiranos, quien dijo al diario El País que el rasgo principal de un psicópata es la carencia de empatía, y lo resume como “la imposibilidad de conectar con el dolor ajeno”.

¿Existe la psicopatía infantil? Los estudios hablan

Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia hizo pruebas con niños de 5 años para ver si estos rasgos también podían estar presentes en la infancia. Fue así como determinaron que los niños que tenían más dificultades para reconocer expresiones faciales ajenas o eran indiferentes a la angustia de otros, eran más propensos a ser agresivos cuando adultos.

Por otro lado, un grupo de psicólogos del University College London (Reino Unido), determinó que uno de cada cien niños son psicópatas.

Según los especialistas, estos menores se caracterizan por mentir, manipular y cometer actos de crueldad sin remordimiento alguno. Conducta que antes se atribuía exclusivamente a la mala crianza.

Sin embargo, los expertos señalaron que dos pruebas que practicaron mostraron que tales rasgos son, en gran parte, genéticos. En este sentido, expresaron que los métodos tradicionales de crianza rara vez funcionan con estos niños porque son incapaces de sentir empatía. Eso significa que los castigos comunes y corrientes -como prohibirle que vea televisión- no corrigen su comportamiento.

Asimismo, afirmaron que estos pequeños, que ellos describieron como “crueles y carentes de emociones”, forman parte de un subgrupo distinto al de los jóvenes rebeldes.

decjisajt.rs
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Essi Viding, académica del University College London y autora del sondeo, dijo que aunque los niños que presentaban tendencias antisociales tenían más probabilidades de ser el producto de una mala crianza, éste no fue el caso de los niños con tendencias psicópatas.

“Para el grupo que tiene rasgos insensibles o no emocionales, hay una vulnerabilidad genética fuerte. Esto no significa que estos niños nacen antisociales o que estén destinados a ser antisociales, pero de la misma manera que algunos de nosotros somos más susceptibles a las enfermedades del corazón, estos niños son personas más vulnerables a las influencias ambientales que desencadenan el comportamiento antisocial”, explicó.

Por otro lado, una investigación publicada en Biological Psychiatry, hizo pruebas a 213 bebés que fueron puestos frente a un rostro humano y una pelota para probar cuál les atraía más. Dos años después al practicar un test de rasgos emocionales, notaron que aquellos que eligieron la pelota, tenían rasgos más insensibles que los otros.

“Los psicólogos estimamos que el 50% de este trastorno tiene un origen genético, sobre todo en cuanto a la frialdad, pero luego hay una parte ambiental y educativa, que responde al otro 50%”, indicó Alicia Banderas, añadiendo que “los primeros indicadores se dan en torno a los cinco o seis años de edad. Puede haber más brotes en la preadolescencia, más o menos a los 10 años, para luego irrumpir hacia los 15”.

veda.ru
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A continuación te indicamos 8 señales de que un niño podría ser un potencial psicópata, según los expertos, recopiladas por El País.

1. Crueldad con los animales

La falta de empatía con el dolor de los animales es una señal latente. “También es posible que exprese esa crueldad con otros niños e incluso con bebés”, indicó Abel Domínguez Llort.

2. Ausencia de remordimiento

Nunca se arrepiente ni siente culpa cuando hace algo malo. “Puede llegar a pensar que la otra persona se merece lo que él le ha hecho”, afirmó Banderas.

3. No respetan la autoridad de los padres

“He visto a muchos niños que dicen: ‘Quién se ha creído que es mi madre para decirme que no vaya a una fiesta’. Someten a los padres y terminan confundiéndose los roles: el hijo es quien acaba mandando”, sentenció Banderas.

4. Tiene menos tolerancia a la frustación de lo normal

“Si está jugando con piezas de construcción y lo que quiere hacer no le sale, es capaz de tirarlo todo. No sabe autorregular sus emociones”, ejemplificó la psicóloga.

5. Es demasiado egocéntrico y exigente

Quiere todo instantáneamente. “Y cuando no lo obtiene, agrede, insulta o escupe”, añadió la experta.

6. Busca vengarse

Cuando cree que alguien fue injusto con él/ella (aunque no haya sido tan así), le hace daño. “Tuve un caso en el que el niño había roto unas cartas manuscritas porque sabía que tenían mucho valor sentimental para su madre”, afirmó Banderas.

7. Miente mucho

“Como quiere salirse con la suya, utilizará una mentira, pero para taparla tendrá que utilizar cien más”, dijo Banderas.

8. Los castigos no tienen efecto

“Aunque tenga que estar una semana sin usar la tableta, le da igual. Antepone su objetivo a las posibles represalias, porque ante estas buscará una venganza y hará el mal, que es lo que le mueve. No son niños felices -añade- y cuando les castigan no se sienten peor, porque ya se sentían mal antes de ese momento”, afirmó.

Un pequeño test para detectar reacciones emocionales

La especialista Essi Viding, asegura que puedes aplicar un simple “test” para comprobar si tu corresponde a este grupo. La prueba consiste en fingir llorar desconsoladamente frente al niño o niña. De hecho, ella lo hizo con su hija.

“Estaba muy aliviada cuando mi hija inmediatamente se puso a llorar. No estoy diciendo que un niño que no se ponga a llorar pueda tener un diagnóstico de psicópata, pero creo que ésta es una forma bastante cruda para ver cómo tu hijo reacciona emocionalmente”, afirmó al diario electrónico Huffington Post.

Ella asegura que hay algunas evidencias -aún no lo suficientemente probadas- de que estrategias como dar a estos niños lo que quieren a cambio de un buen comportamiento, podría funcionar.

¿Qué hacer si sospecho que mi hijo/a es psicópata?

Si tu hijo o hija responde a estas señales no debes alarmarte, sino que buscar ayuda profesional y poner en práctica algunas técnicas. Domínguez Llort dice que se entrenar fuertemente la empatía haciéndoles ver las consecuencias de las acciones y fomentar habilidades sociales, mostrándole que para conseguir las cosas debe ser amable y no hacer daño a los demás.

“Podemos leerles cuentos especialmente creados para inculcar esas habilidades sociales”, señaló Domínguez Llort, aconsejando “fomentar el trabajo en equipo, ya sea en el ámbito del deporte o haciendo excursiones. Es fundamental dar ejemplo: que vean que la solidaridad es buena. Hay que pedir a los hijos, por ejemplo, que compartan sus chuches, aunque ellos no vean la necesidad de hacerlo. También debemos ayudarles a enfrentarse a determinados mensajes que nos envía la sociedad y que empujan al individualismo”.

Por otro lado, Banderas se refiere al estilo de crianza. “En las casas hay que poner unos límites. Por ejemplo, mediante lo que llamamos ‘economía de fichas’: para ganar derechos, tienen que cumplir con obligaciones. Hemos visto que esta frialdad y esta tiranía se expanden más en familias muy permisivas y también en el otro extremo, en familias muy autoritarias”, comenta Banderas.